La evolución del «Homo sapiens» representada en los yacimientos lucenses

La Voz

BECERREÁ

17 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El hallazgo de un nivel arqueológico gravetiense en Cova Eirós supone un importante avance para completar en el territorio gallego la secuencia cultural del Paleolítico Superior. Si la cultura gravetiense -que se desarrolló entre hace 29.000 y 22.000 años- no estaba representada hasta ahora en el noroeste, sí se conocían, en cambio, los rastros de otras etapas anteriores y posteriores a ese período. Todas ellas están presentes en los yacimientos lucenses.

La cultura gravetiense fue precedida en el tiempo por la auriñaciense, que comenzó hace unos 35.000 años -o 37.000, según otras dataciones- y desapareció hace alrededor de 28.000 años. Está considerada como la primera cultura desarrollada en Europa por las poblaciones de Homo sapiens que sustituyeron al hombre de Neandertal, extinguido hace entre 30.000 y 28.000 años. Este período está representado en Cova Eirós por un nivel arqueológico de entre 33.000 y 32.000 años, considerado actualmente como el rastro más antiguo de nuestra especie en el territorio gallego.

Monforte y Becerreá

Tras los períodos auriñaciense y gravetiense surgió en el continente una nueva cultura, la solutrense -hace entre 22.000 y 17.000 años-, de la que todavía no se conoce ningún rastro inequívoco en Galicia. En el yacimiento monfortino del monte de Valverde, sin embargo, aparecieron en tiempos recientes unas pocas piezas líticas que podrían pertenecer a esta etapa prehistórica. Para confirmar la presencia de comunidades humanas de esa época será necesario encontrar más industrias que puedan ser adscritas con más seguridad a la tecnología solutrense.

La última etapa cultural del Paleolítico es la representada por la cultura magdaleniense, surgida hace unos 17.000 años. Esa es precisamente la antigüedad de un nivel arqueológico descubierto en el yacimiento de Valdavara, en Becerreá, dentro del mismo proyecto de investigación coordinado por la Univesidade de Santiago en el que se realizaron los hallazgos de Triacastela y Monforte. Al yacimiento magdaleniense de Becerreá pertece el segundo adorno más antiguo de Galicia, un collar de conchas de molusco.