Ambiente caldeado en una zona que limita los concellos de Baralla y Becerreá por el cruce de acusaciones entre dos vecinos.
Por un lado se encuentra José María Vázquez, conocido como Pepe de Casanova, y que reside en la parroquia becerrense de Nantín. Este hombre, que ronda los 50 años de edad, denunció este martes que Emilia Eira, vecina de Ponte de Neira, en Baralla, y de 71 años de edad, lo agredió con un palo de madera y le ocasionó una brecha de seis centímetros en la cabeza. Indicó además que tuvo que ser atendido en el HULA.
Ayer por la mañana, el hombre se encontraba picando leña en su casa, con una gorra en la cabeza y al preguntarle por lo sucedido se puso muy nervioso. Se negó a hacer declaraciones, se limitó a decir que estaba mal y amenazó con llamar a la Guardia Civil al creer que en su casa se habían presentado dos sicarios. «Estou mal, moi mal. ¡Cómo queres que esté!
Diferente versión
Distinta es la versión de Emilia Eira, que también interpuso una denuncia con su versión de los hechos. La mujer indicó que el lunes, pasadas las siete de la tarde, estaba transportando unas canas (ramas de árbol) hacia un espacio de su propiedad, cuando de repente llegó José María con el coche, paró y le dijo: «A ti téñoche eu ganas, que me rompiches o espello retrovisor do coche», manifestó la septuagenaria, que añadió que el hombre la empujó, se cayó al suelo y le propinó una patada. Según indicó la denunciante, la caída al suelo le ocasionó un gran moratón en una nalga y otras secuelas. «Tras tirarme e pegarme, arrancou no coche correndo e eu empecei a chamar polo meu home que nese momento estaba dándolle de comer a uns xatos», indicó Emilia, que añadió que el hombre se presentara en la zona muy nervioso, portaba cristales en las manos, no sangraba por ningún lado y desconfía de que fuera él mismo el que se propinara el golpe.
Rencilla hace 30 años
No es la primera vez que se produce un altercado entre la familia Vázquez de Nantín con la de Eira de Baralla. Según indicó Emilia, hace unos treinta años se encontraban en una verbena cuando supuestamente se presentó José María y le arrestó una bofetada a uno de sus hijos. Parece que la mujer, en defensa de su hijo, le asestó una bofetada. Parece que la tensión regresa treinta años después del primer encontronazo.