Una vocación frustrada pero nada desaprovechada

La Voz

BARALLA

12 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La vocación de este hombre, natural de Leixos, una parroquia del municipio de Baralla, viene desde muy pequeño. Se crió en casa de sus padrinos donde los guardias del desaparecido Servicio de Corredurías hacían su habitual parada. Mientras unos huían de los agentes, Maside era feliz en medio de ellos. Y es que su sueño era ser guardia pero se vio truncado por circunstancias de la vida. Como él no podría ejercer, hizo e hizo para que alguien muy cercano se metiese en el Cuerpo. Y acabó convenciendo a su hermano, fallecido hace unos años y del que conserva con gran cariño su uniforme de agente expuesto en un maniquí de su museo.