Las facturas veterinarias, de las que ni ayuntamiento ni propietaria se hicieron cargo, rozan los 1.500 euros y el caso se va a judicializar
26 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Nadie sabe el tiempo que pasó Cuco vagando por las calles de As Nogais con una herida abierta y arrastrando un gran tumor. Sin embargo, los vecinos explicaron hace casi nueve meses, cuando salió a la luz la historia del can, que lo recordaban «dende sempre pola rúa». Pero tuvo que ser una turista vasca que acababa de llegar a este concello de Lugo la que dio la voz de alarma. Ella se puso en contacto con la Asociación Segunda Oportunidad de Vizcaya, que a su vez contactó con la Protectora de Animales y Plantas de Lugo. Y esta alertó a la Xunta, que inició el procedimiento para recoger el animal y proporcionarle cuidados veterinarios.
Cuco estuvo varios días ingresados en el Hospital Veterinario HA de Lugo, donde lo operaron y le diagnosticaron un cáncer. Tratamientos y cuidados consiguieron que saliese adelante, y fue adoptado por una familia lucense, que lo mimó hasta el último día. El perro falleció hace apenas unas semanas, ya que la enfermedad reapareció.
Desde la clínica HA explican que el perro ingresó con úlceras en la zona abdominal, que sangraba y tenía heridas infectadas, por lo que fue necesario intervenirlo de urgencia para salvarle la vida. Los análisis desvelaron un tumor maligno, por lo que recibió quimioterapia paliativa. Las facturas oscilan entre los 1.200 y los 1.500 euros. Cuando Cuco recibió el alta veterinaria, ni propietaria ni dueña se hicieron cargo, por lo que la alternativa fue darlo en adopción.
El Concello de As Nogais no tiene convenio con ninguna protectora
Aunque son los ayuntamientos los que deben hacerse cargo de los animales abandonados, el caso de Cuco es singular. En As Nogais no tienen convenio firmado con ninguna entidad de recogida de animales, en contra de lo que marca la ley gallega de bienestar animal. El alcalde, Jesús Núñez, asegura que está «en proceso de firmar cunha de preto de Portugal, porque non puidemos facelo con ningunha de Lugo xa que nos dicían que estaban a tope de ocupación».
En cuanto a Cuco, tenía microchip, y el regidor confirma que sabía que su dueña vivía en A Coruña y había dejado a su animal en este pequeño pueblo. «A dona deixou a xente encargada do can, e ocupábase del. Agora será ela a que teña que facer fronte aos gastos veterinarios. Eu creo que tendo propietario, alguén actuou con precipitación levándoo», afirma Núñez. Sin embargo, los profesionales que atendieron al can confirmaron que la atención veterinaria era urgente para evitar que el animal muriese. Por el momento, ni alcalde ni dueña se han hecho cargo de gastos veterinarios.
Cuco fue rescatado en el mes de julio, y la protectora vasca que dio el aviso, no descarta colaborar con la entidad de recogida lucense para organizar una colecta o hacer algún tipo de acción que permita sufragar los gastos veterinarios.
Desde la Xunta ordenaron que se incautase el animal al no conseguir contactar con la supuesta propietaria y después de hablar con el alcalde, que se negó a recogerlo. Los hechos se pondrán en conocimiento de la autoridad judicial.