Tataraboas, las galletas artesanales sin aditivos de A Ulloa de una madre que apuesta por el rural

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

ANTAS DE ULLA

María Bouzas, creadora de Tataraboas
María Bouzas, creadora de Tataraboas cedida

María Bouzas lanzó su propia marca de dulces «de calidade»: «Hai que apoiar aos produtores locais, o rural é complicado para unha muller soa cunha filla»

06 feb 2023 . Actualizado a las 20:29 h.

Una nueva marca lucense brinda dulces artesanales, sin aditivos y de proximidad. Hay para todos los gustos: chocolate, avellanas, nueces o naranja confitada. Son Tataraboas, las galletas de María Bouzas, una oleirense afincada en Antas de Ulla. «Son as galletas que se fixeron sempre na casa pero cunha mestura particular». 

Bouzas confiesa que, de una manera u otra, siempre fue artesana. Aunque de manera profesional se puso con las manos en la masa cuando empezó a trabajar en una panadería al mudarse a la comarca de A Ulloa. «Foi onde xerei experiencia». En el negocio, la oleirense empezó a reflexionar sobre la conciencia en la alimentación: «Pensei na necesidade de non consumir ultraprocesados e comida sen aditivos e no apoio ao comercio local».

Como para muchos emprendedores, el punto de inflexión fue la pandemia. «Replanteeime a miña vida». Entonces, se apuntó al coworking del Concello de Palas de Rei para materializar un proyecto propio de comida artesanal: «Dedicían dedicarme de cheo aos meus produtos, collín as rendas da miña vida». El resultado fue Tataraboas, unas galletas artesanales que se basan en la calidad de la materia prima. 

As miñas, as túas e as súas

Los ingredientes base de los dulces de Bouzas son simplemente harina (de varios tipos), azúcar integral y huevos camperos. Sin aditivos. Produce tres tipos. Las «miñas» están compuestos de harina de avena integral, aceite de coco virgen y azúcar de panela. Las hay con pepitas de chocolate y con avellana. 

Las «túas» llevan harina de trigo, mantequilla, huevos camperos y azúcar moreno. Pueden ser con nueces y pepitas de chocolate; frutos del bosque y bayas; o con naranjas confitada. Por último, las «súas» tienen harina de trigo, aceite de oliva, azúcar integral de caña, canela, jengibre y clavo.

Las recetas son de María, fue probando e investigando hasta conseguir el sabor acertado. «Precisamente co nome quero lembrar a sabedoría que había antigamente e as receitas de sempre, pero tamén quixe innovar», explica. Las «miñas» introducen otro tipo de harina vegana adaptada al consumo actual; las «túas» son las más tradicionales de mantequilla y las «súas» buscan innovar con nuevos sabores. La producción la realiza en un obrador compartido, aunque está construyendo uno en su casa. 

Por el momento, las galletas se pueden conseguir en el grupo de consumo local de A Ulloa y en ferias o eventos. Bouzas trabaja ahora en ponerse en contacto con tiendas gastronómicas para poder comercializarlas. Se vende en paquetes de 200 gramos. «No ámbito local tiveron éxito porque hai máis xente interesada nuns hábitos alimentarios diferentes». 

Apoyar a los productores locales

La artesana destaca que «por sorte» cada vez son más los emprendedores que sacan productos artesanales y de calidad. A ellos es a los que hay que apoyar, defiende. En su caso, además, para poder seguir afincada en el rural lucense. Bouzas se mudó de Oleiros a Antas de Ulla hace más de 30 años: «O principio no rural é moi complicado, máis para unha muller soa cunha filla». 

Aun así, la artesana resistió e hizo su vida en una aldea con solo dos habitantes. Cree que hay que valorar que una persona de otra localidad apueste por afincarse y aportar valor a la comarca. «Somos moitos os que queremos dar vida e traballo no rural», asegura. Por eso defiende que hay que brindar una ayuda especial a este tipo de emprendedores.