Interior Galego Vivo se constituye como partido para aglutinar candidaturas en 23 concellos de Lugo

U. CARRERA LUGO / LA VOZ

ANTAS DE ULLA

La plataforma celebró ayer una reunión en Antas de Ulla y posteriormente organizó una caminata

Será una organización política única que agrupará formaciones independientes como Alternativa Veciñal de Antas de Ulla

08 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La formación Interior Galego Vivo se constituirá como organización política para presentarse a las elecciones municipales del 2023. Lo decidió este sábado en su quinta asamblea, que se realizó en Antas de Ulla.

Esto significa que en los 23 concellos en los que tienen agrupaciones, los candidatos se presentarán bajo el nombre único de Interior Galego Vivo, para aglutinar fuerzas. Actualmente hay trece formaciones políticas vinculadas a este movimiento. Son Por Chantada, Agromar Sober, C@urel Vivo, Espera Monforte!, Alternativa Veciñal de Antas de Ulla; Asociación Veciñal do Saviñao; Comunidade de Montes Veciñais en Man Común de Tuiriz (Pantón); y en la provincia de Ourense, Son de Manzaneda, Son do Pereiro de Aguiar, Xuntos por Laza, Son de Trives y Xuntos por Chandrexa de Queixa.

En la provincia lucense, actualmente tienen representación en sus respectivos Concellos Alternativa Veciñal de Antas de Ulla, C@urel Vivo, Agromar Sober y Esperta Monforte.

Para las elecciones, las agrupaciones que ya tengan marca propia la conservarán, pero los que se unan lo harán bajo el de Interior Galego Vivo. «Manterase a autonomía e identidade de cada unha das agrupacións que participan dela», explicaron. Además, IGV también se constituirá como asociación ya que continuará con las reuniones con colectivos vecinales para crear grupos de trabajo en cada municipio aunque no tengan el objetivo de presentar una candidatura municipal.

En la asamblea celebrada ayer en Antas, el partido siguió profundizando en las necesidades del rural y trabajará en medidas como el fomento del transporte compartido, la necesidad de que los servicios públicos estén a un máximo de 30 minutos de cualquiera de las parroquias, la erradicación de las macroresidencias o la creación de cursos formativos que tengan relación directa con trabajos propios de la zona.