Un incendio calcina una casa en Antas de Ulla: «El fuego no me
ha dejado más que la ropa que llevo puesta»

LA VOZ MONFORTE, LUGO

ANTAS DE ULLA

Alberto López

La mujer que residía en la vivienda de madera resultó ilesa, pero perdió todas sus pertenencias

25 oct 2021 . Actualizado a las 11:01 h.

Un incendio destruyó este domingo una casa en el municipio de Antas de Ulla. No hay heridos porque la única ocupante de la vivienda había salido un momento antes de que empezase el fuego. Las llamas consumieron la vivienda sin remedio en pocos minutos, de forma que cuando llegaron los bomberos ya no había nada que salvar. Estaba construida íntegramente en madera.

El inmueble carbonizado era una vivienda unifamiliar levantada en un paraje boscoso situado al sur del casco urbano de Antas de Ulla, al paso de la carretera que lleva desde esa localidad a Santiso y cerca ya de este pueblo.

La propietaria de la casa se dio cuenta de lo que pasaba a eso de la una de la tarde, cuando volvía a casa después de haber salido poco antes. Vio las primeras llamas en el tejado, junto a la chimenea de la estufa de leña que había dejado encendida. El incendio acababa de empezar, y ella pidió ayuda enseguida, pero ya no hubo manera de pararlo. En no mucho más de veinte minutos el fuego envolvía la vivienda. Cuando llegaron los bomberos de Chantada, los operarios del grupo de emergencias de Monterroso y una brigada contraincendios forestales, ya no había prácticamente nada en pie. La casa quedó destruida con todo lo que tenía dentro.

Llegaron hace 20 años

La propietaria de la vivienda, que en estos momentos era también su única inquilina, se llama María y es natural de Madrid. En esa casa lo tenía todo y no pudo salvar nada: «Tenía dentro la documentación, los recuerdos... después del incendio no me queda más que la ropa que llevo puesta».

Ella y su marido se mudaron en su día de Madrid a Galicia. Primero recalaron en Mondariz, el municipio en el que habían nacido los padres de ella; pero poco después se trasladaron a Antas de Ulla, donde decidieron construir una casa de madera en la que vivir. No se trata de una construcción prefabricada, sino que la levantaron con sus propias manos. María vivió ahí los últimos veinte años y allí se criaron también sus hijos, que ahora están fuera estudiando. El marido murió hace siete años.

María lo ha pedido todo en el incendio, pero tiene un techo bajo el que dormir. Cerca de su casa, ella y su marido construyeron una segunda vivienda, también íntegramente de madera. El alcalde de Antas, Javier Varela, se puso en contacto con ella para ofrecerle la ayuda del Ayuntamiento por si tenía que trasladarse a algún hotel de forma temporal. De todas formas, María va a realojarse por ahora en la otra casa de madera. Su interior no está completamente terminado, pero le vale al menos como refugio temporal hasta que decide qué hacer.