Dañan las puertas de la iglesia de Galgao, en Abadín, aunque sin llegar a entrar dentro del templo

La iglesia parroquial de Galgao (Abadín) sufrió el pasado fin de semana, previsiblemente en la noche del domingo al lunes, un intento de robo. La puerta de la entrada principal, de madera, sufrió importantes daños, que se debieron de causar con una pata de cabra; sin embargo, parece que también se debió de utilizar algún taco o una herramienta similar, dado que la puerta presentaba marcas de golpes.

Los hechos fueron descubiertos el lunes por la mañana. Estaba fijado un acto de una delegación de pastoral del Obispado de Mondoñedo-Ferrol, y al llegar a la iglesia, se comprobó lo ocurrido. Donde sí se llegó a entrar fue en una pequeña construcción situada al lado de la iglesia, donde no se guarda ningún objeto de valor.

Dentro del templo parroquial tampoco hay estimables cantidades de dinero o talles valiosas. La decisión de retirar el dinero que se recibe en donativos o de poner incluso en un lugar más seguro los objetos de arte que pudiesen atraer a ladrones fue adoptada hace años: a finales de la pasada década, en la comarca chairega llegaron a producirse repetidos robos en algunas iglesias -la de Galgao fue asaltada-, y se acordó no dejar en capillas o en iglesias aquello que pudiese ser contenido interesante para un botín.

El sacerdote Antonio Domínguez, miembro de la unidad pastoral de Vilalba y encargado de esa parroquia abadinense, afirmó ayer que los daños en la puerta eran considerables: a falta de una estimación concreta, dijo, puede calcularse que se necesitarán unos 500 o 600 euros para la reparación.

En la vecina comarca de A Mariña, también se han registrado algunos robos en iglesias en semanas pasadas.

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