La A-8 acerca esa conocida playa, icono turístico, a la capital lucense
02 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La playa de As Catedrais no solo se ha convertido en uno de los grandes símbolos de Ribadeo y de la comarca de A Mariña desde el punto de vista turístico, sino que hasta los visitantes que llegan a Lugo suelen preguntar, en los hoteles en donde se alojan, cómo viajar a ese conocido lugar de la costa cantábrica.
El viaje de Lugo a esa playa, con salida en el centro de la ciudad (Rúa de San Roque) y llegada en el aparcamiento situado junto al arenal, puede realizarse en una hora y cinco minutos. La conclusión de la A-8, que en Galicia está lista en su totalidad desde hace 14 meses, ayuda a entender que poco más de 60 minutos basten para el viaje. En el itinerario se respetaron las limitaciones y recomendaciones de velocidad fijadas en las sucesivas señales, y se combinó el recorrido por la transcantábrica con el empleo de carreteras convencionales.
inicio
Semáforos en la ciudad. La salida de Lugo se realizó por un pequeño tramo de la Ronda da Muralla y la Rúa Montero Ríos antes de tomar la Avenida Carlos Azcárraga y pasar A Fervedoira. En ese trayecto hay varios semáforos, lo que puede alargar un poco el viaje si el conductor los encuentra en rojo; no obstante, la circulación por A Campiña, ya dentro de la N-640, se beneficia de las mejoras introducidas en ese tramo, que conecta con una de las salidas de la A-6.
continuación
Dos carreteras antes de la autovía del Cantábrico. El trayecto entre Lugo y la autovía del Cantábrico, a la que se accede en Abadín, se realiza por dos carreteras. En primer lugar se recorre la N-640 hasta Rozas, y luego se circula por la LU-113 (Rozas-Abadín), cuyo trazado, tras la reforma realizada hace unos años, desemboca directamente en la rotonda de acceso a la A-8 y evita al conductor pasar por el centro urbano abadinense. Por un lado, la N-640 no tiene entre Lugo y Rozas la abundancia de curvas que presenta en otros tramos; por otro, la LU-113 aún no presenta un firme deteriorado, aunque sí tiene varios lugares con velocidad limitada a 50 por hora: aparecen en Castro de Ribeiras de Lea -en donde la carretera es la principal calle de la localidad y en donde viviendas, negocios y hasta el campo de la feria están al lado de la vía- y en el municipio de Abadín.
precaución
Radar en la zona más peligrosa. Una vez en la A-8, pocos kilómetros después de la incorporación aparece el tramo A Xesta (Abadín)-Arroxo (Lourenzá), que en no pocas ocasiones se cierra al tráfico por la niebla. Son 18 kilómetros de trayecto, y prácticamente la mitad está regulado, aunque solo si se viaja hacia la costa, por un radar que limita la velocidad a 100 por hora.
cuidado
Viaductos y limitación. Tanto en ese tramo como en el que va del acceso de Arroxo al de Barreiros abundan los viaductos, así como las recomendaciones y limitaciones para no superar los 100 kilómetros por hora. En el viaducto de Lindín (Mondoñedo, 757 metros de longitud), se recomienda no rebasar los 90 por hora.
llegada
Acceso cercano al mar. Tras dejar el carril que enlaza la A-8 con la N-634 en el barrio de A Rochela, en la parroquia ribadense de A Devesa, solo 600 metros separan al automovilista de llegar a la playa en la que termina este desplazamiento, circulando por una carretera de la Diputación.
Al acabar la carretera que va de la N-634 a As Catedrais, el automovilista gira a la izquierda y llega a esa playa; si avanza pocos kilómetros más, se encuentra con la playa de Arealonga, situada ya en la parroquia de Reinante (Barreiros), conocida en las últimas semanas por la erosión del mar en su arena y muy frecuentada habitualmente por lucenses. Si se gira a la derecha, muy cerca de As Catedrais empieza a encontrarse con otras playas de Ribadeo: en primer lugar, la de Esteiro; luego, las de As Illas y Os Castros.
Si se sigue circulando hacia el este de A Mariña, aparece luego el núcleo costero de Rinlo, uno de los más pintorescos y mejor conservados del litoral norte de Galicia.