La familia justifica que víctima y presunto asesino de A Pastoriza se velen y entierren juntos

Tania Taboada LUGO/ LA VOZ

A PASTORIZA

Entierro de la mujer asesinada en Crecente y su marido y presunto agresor
Entierro de la mujer asesinada en Crecente y su marido y presunto agresor ALBERTO VÁZQUEZ

Achacan lo sucedido a un brote psicótico del hombre, y no lo ven como un caso de violencia de género

28 ene 2020 . Actualizado a las 22:38 h.

Diez minutos antes de las cinco de la tarde llegaban a la iglesia de la parroquia de Crecente, en el municipio lucense de A Pastoriza, los vehículos fúnebres con los cadáveres de Manuela Iglesias, de 79 años de edad, y Hortensio Ónega, de 81. La mujer fue víctima de un presunto asesinato provocado por su marido tras asestarle varias cuchilladas, especialmente una puñalada en el costado que resultó fatal. Fue esta la que le provocó una hemorragia interna y le causó la muerte.

Acto seguido, su esposo y presunto asesino se cortó las venas de la muñecas en el lugar del crimen —la cocina de la vivienda familiar— y subió herido a la segunda planta de la casa, arrojándose desde la buhardilla y dejando un reguero de sangre en el trayecto. A consecuencia de la caída, el agresor sufrió una lesión craneal que le provocó la muerte.

Llegada de los dos coches fúnebres
Llegada de los dos coches fúnebres ALBERTO VÁZQUEZ

Los cuerpos de este matrimonio fueron velados desde la tarde del sábado en la misma sala de un tanatorio ubicado en el polígono lucense de As Gándaras y en un primer momento iban a ser incinerados el lunes por la mañana, por expreso deseo de la familia. Fue el juzgado de Mondoñedo, encargado de la instrucción de la causa, el que no permitió dicha acción por si fuese necesario practicar alguna otra prueba.

Un brote psicótico causado por la demencia que el presunto asesino padecía podría ser el origen de esta tragedia que, en cualquier caso, está considerada como violencia machista. No obstante, es una calificación con la que discrepa la familia. Fuentes cercanas al entorno familiar del matrimonio indicaron que achacan lo sucedido a la enfermedad del hombre y es por ello que decidieron velarlos en la misma sala del tanatorio y enterrarlos juntos.

Violencia machista

Sin embargo, el hecho de que los familiares piensen de esta forma no significa que el caso deje de considerarse a nivel judicial como violencia de género. La ley deja claro que cuando un hombre que tiene un vínculo sentimental con una mujer la mata, sea por el motivo que sea, automáticamente se considera violencia de género. La tragedia ocurrida en Crecente, a nivel judicial, se va a instruir como un crimen de violencia de género.

Por previsión, la Guardia Civil activó un operativo especial de seguridad y varias patrullas de la unidad de seguridad ciudadana se encontraban en las inmediaciones de la iglesia donde se celebró el funeral y entierro.

En la mañana del lunes se celebraron en varios puntos de Galicia concentraciones de repulsa por este crimen de A Pastoriza, considerándolo también un episodio de violencia machista.

En la Subdelegación del Gobierno de la capital lucense estuvo la alcaldesa, Lara Méndez, así como la subdelegada, Isabel Rodríguez, quien indicó que Manuela Iglesias es la primera víctima mortal de la violencia de género en Galicia en el 2020.

También en la delegación de la Xunta en Lugo y en San Caetano se llevó a cabo un minuto de silencio en señal de duelo y repulsa. Estuvo presente la secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella, y varios conselleiros del ejecutivo gallego. A la misma hora, en el Parlamento de Galicia, se convocó un acto similar, con representantes de todos los partidos políticos. Y, Javier Losada, el delegado del Gobierno en Galicia, presidió otra concentración de repulsa ante el edificio de la Delegación en A Coruña. Por su parte, el Colegio Oficial de Psicología de Galicia expresó su más rotunda condena y reclamó políticas de apoyo y protección integral a las víctimas de la violencia de género.