Hace 25 años, el abandono del Camino Primitivo preocupaba a los concellos

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

A FONSAGRADA

El Camino Primitivo (en la imagen, a su paso por A Fonsagrada) ofrece historia y paisaje
El Camino Primitivo (en la imagen, a su paso por A Fonsagrada) ofrece historia y paisaje OSCAR CELA

La ley de protección de la ruta se aplicaba en Asturias pero todavía no en Galicia

11 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay rutas jacobeas relacionadas con el territorio. El Camino del Norte, el Inglés o el Portugués permiten suponer por dónde discurren o por dónde entran en Galicia. Otros, en cambio, tienen un nombre que se refiere más bien a la historia, como le ocurre al Camino Primitivo. De esta ruta se dice que fue la usada por el rey asturiano Alfonso II para llegar, en el siglo IX, al lugar donde se había encontrado la tumba del apóstol Santiago.

Esa antigüedad no siempre supuso privilegios, ya que en los siglos siguientes el Camino Francés se convirtió en el principal itinerario de peregrinación y otras quedaron prácticamente olvidadas. Hace ahora 25 años, ese Camino de Santiago, entonces declarado ya Patrimonio de la Humanidad, estaba en una etapa ascendente: el año santo de 1993 había funcionado como un estímulo, y las rutas jacobeas mostraban sus posibilidades turísticas. El Camino Primitivo, en cambio, estaba lejos de ese reconocimiento.

Entidades como Amigos del Camino de Santiago lo incluían en sus peregrinaciones, sin que ello significase atención oficial. En el congreso asturgalaico sobre la ruta que se celebró en la primavera de 1996, se puso de relieve que algunas obras promovidas por administraciones públicas amenazaban el trazado: así quedó plasmado en una sesión con alcaldes asturianos y gallegos.

Al Camino Primitivo, en septiembre de ese año, se le dedicó la Semana de Estudios Históricos, que organizaba la Diputación y que en varias ediciones se centró en las rutas jacobeas. Hubo charlas y recorridos por varios tramos, pero también advertencias sobre fallos de limpieza, de conservación, de dotaciones y de delimitación exacta del trazado. Sin embargo, con el avance de los noventa se acercó un nuevo año santo, el de 1999, que sirvió para cambiar claramente la situación de rutas como esta: la Xunta comenzó a estudiar la construcción de albergues y los concellos empezaron a reclamar atención con acciones concretas, aunque las críticas por la falta de cuidados y de respeto al Camino Primitivo no desaparecieron.

La consolidación de la ruta se hizo evidente en este siglo. De los 4.876 peregrinos que la recorrieron en el 2004, que fue año santo, se pasó a los 7.661 del 2010, también año santo. En el 2019 ya se llegó a los 15.715 peregrinos. La ruta, que entra en Galicia desde Asturias por A Fonsagrada y se une al Camino Francés en Melide, tiene albergues en distintas localidades así como en Lugo ciudad. A la oferta pública se le fue uniendo la privada, y al reconocimiento popular, en forma de peregrinos, se le añadió una alta distinción oficial: el Camino Primitivo y el del Norte son Patrimonio de la Humanidad desde el 2015.

CON TU SUSCRIPCIÓN PUEDES ACCEDER A TODAS LAS NOTICIAS PUBLICADAS EN LA VOZ DE GALICIA, DESDE 1882 HASTA HOY, BUSCANDO POR PALABRA CLAVE