A Fonsagrada fue protagonista en el Cultura e Tradición no Camiño
07 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Avanza este San Froilán extraño. Lo hace al amparo del mal tiempo y de una pandemia que ha despejado las calles de todo el boato festivo de antaño. No hay atracciones en las cuestas del parque, las casetas del pulpo se han retirado a los cuarteles de invierno de los restaurantes, y el ruido machacón que solía retumbar e incordiar a todas horas en los aledaños del Parque de Rosalía ha transmutado en silencio.
Ayer, cuarto día de este anómalo San Froilán, la ciudad latía ajena a la vida festiva. Solo los conciertos programados para primera hora de la noche y el pasacalles de Folquiada por el recinto histórico tenían permiso para romper el ritmo pausado de un martes cualquiera de octubre.
Pero más allá de los acordes, este día de transición tuvo sobre todo un toque tradicional. Traxandaina, insistiendo en su pulso por lograr dar visibilidad a la artesanía y arrancarla de las penurias derivadas de la pandemia, dio continuidad a su iniciativa Cultura e Tradición no Camiño, llevando esta vez al cantiño Nemesio Cobreros un trozo de A Fonsagrada, en su peregrinar por los concellos del Camiño.
Durante toda la jornada el que cruzase las puertas de la carpa instalada para la ocasión se adentraba en una pequeña feria en la que compartían espacio panes y dulces tradicionales con chorizos y otras delicias cárnicas fonsagradinas. Los amantes de la miel podían conocer un poco más del manjar de la mano de la exposición Ecomuseo «El país del abelleiro», de Negueira de Muñiz, mientras que en otro de los puestos se mostraban artículos artesanales de ferreiro.
Este año, precisamente para echar un cable a los artesanos, machacados por la pandemia económica, por primera vez los expositores pueden vender también sus productos, algo que agradecen los vendedores, pero también los compradores.
Letras y fotografía
Pero más allá de los productos artesanales, ayer en el cantiño los amantes de la fotografía podían disfrutar de una pequeña exposición de varias cámaras antiguas, algunas incluso de principios de siglo, que permitían imaginar un viaje en el tiempo de la mano de Fotografía Manuel. A su lado, instantáneas antiguas que mostraban la Fonsagrada de antaño.
Para completar la parte más cultural, la Asociación de Escritaras e Escritores en Lingua Galega presentó «Lorchas e punteirolos do San Froilán», dentro de A Letra das Festas. Y, como propuesta para los más pequeños, dentro del San Froilán Miúdo, el argentino El Fedito recreó su espectáculo «Oyún», una recopilación en la que a través de ollas y elementos cotidianos se creó un juego de malabares.
