Una boda gallega de altura y también anunciada por todo lo alto

Suso Varela Pérez
SUSO VARELA A FONSAGRADA / LA VOZ

A FONSAGRADA

MANUEL

La ceremonia de unos jóvenes causó gran expectación en A Fonsagrada

03 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Todos los conductores sabemos que cuando llegan los meses de verano aumentan en las carreteras, especialmente en cruces y puentes, los carteles y las pancartas más divertidas que podamos imaginar para anunciar la boda de una pareja que quiere darse el sí quiero. Suelen ser amigos y familiares los que se encargan de este tipo de bromas, algunas más ocurrentes y otras menos graciosas o, al menos, con erratas ortográfica muy cantosas.

Pero pocos habían visto algo similar a lo que ocurrió esta última semana en A Fonsagrada. Una joven pareja «de mozos estupendos e de dúas familias moi apreciadas e queridas» se decidían con 30 años, la mitad de ellos de novios, a darse el sí quiero. Pero el asombro se produjo unos días antes de la ceremonia oficiada en la iglesia de la villa el pasado sábado. Los conductores que salían o llegaban a A Fonsagrada se encontraban a unos ocho kilómetros, en Montouto, de donde es el novio (Alberto), una enorme pancarta pegada a una casa de su propiedad, en la que se anunciaba «a gran voda galega, gran espectáculo coa mellor xente».

Sorpresa del hermano

El anuncio, de casi tres por tres metros, era muy visible y supuso una sorpresa total para los novios. El creador de tan ingenioso anuncio fue el hermano de la novia (Lucía) y fue el inicio de una fiesta que siguió con más sorpresas. Incluso que el sábado cayese una enorme tormenta, con abundante agua, e hiciese algo de frío (A Fonsagrada está a 960 metros de altitud) no quitó la sonrisa a la pareja recién casada, que tuvo su banquete en el restaurante Cantábrico, y al que asistieron más de cien comensales. Lo que allí ocurrió, dicen los presentes, fueron más sorpresas, con regalos y detalles muy cuidados para todos los invitados.

Alberto, ingeniero y de la Casa Boudón, y Lucía, enfermera y de la Casa Fernández-Alvarez, residen en Lugo, pero llevan en el corazón a A Fonsagrada, y buena prueba de ello fue que decidieron que su boda dejase ingresos en su tierra «Nin a copiosa choiva puido deslucir o evento que brilou a grande altura», señalaron los que acudieron a la ceremonia.