NNo es tanto el perder un partido ante el actual subcampeón de la Liga Acb, si no el como se produce esa derrota. El conjunto lucense había tenido un cambio de mentalidad muy importante la semana pasada en los partidos ante Tenerife y Barcelona pero para ganar fuera de casa, sin el empuje del Pazo, se debe dar un paso adelante en juego y en acierto.
El primer cuarto, a pesar de una mala salida con el parcial de 10-2, el Breogán se metió en el partido aprovechándose de la mala selección de tiro de Murcia, corriendo bien al contraataque y encontrando a un entonado Jordan Sakho en las continuaciones. Pero a partir de ahí llegó el desplome. Murcia es un equipo tremendamente físico que es capaz de apretar muchísimo las líneas de pase, llegar a defender bien los tiros y con capacidad de rebote defensivo.
En el segundo cuarto, sin estar brillantes en ataque, los de Sito Alonso dejaron al Breo en sólo nueve puntos y aprovecharon las situaciones de campo abierto y tiros liberados para coger una ventaja muy importante.
En el tercer cuarto el Breo lo intentó en ataque con chispazos individuales de Charlie Moore, pero sin circulación de balón ni juego colectivo. Muchas veces sólo es cuestión de buscar un pase más y generar un tiro más liberado.
Con el partido ya bastante roto, en el último cuarto, Veljko Mrsic optó por la defensa en zona, con la entrada de Erik Quintela y Jordan Davis. Fueron los mejores minutos a nivel defensivo de los lucenses, que no permitieron casi tiros liberados de Murcia, sirviendo así para recortar la ventaja a ocho puntos. Una pena que en ese momento pudo llegarse a un final igualado y por pequeños detalles no fue posible.
Ahora llega el parón de las ventanas y el momento para reflexionar sobre los posibles cambios en la plantilla, pero para mí lo más importante es pensar que colectivamente se deben trabajar mejor los detalles para sacar los partidos adelante.