Kiki Cortiñas, cantaor de Lugo: «Camarón y Paco de Lucía quitaron las barreras del flamenco y le dieron libertad»
LUGO
El artista ofrecerá un concierto este sábado en el Festival de Jazz de Lugo. En su espectáculo «Mi sentir» presenta nuevos temas, en los que explora, «con respeto», la fusión de flamenco y jazz
08 nov 2024 . Actualizado a las 13:06 h.Lleva el arte en las venas y el flamenco por bandera. Aunque en eso de las fronteras es bastante escéptico: «Soy gitano y el flamenco lo viví desde niño, pero siempre me ha encantado el jazz. La música es un sentimiento y no tiene banderas». Quien así habla es Santiago Cortiñas Barrul, más conocido como Kiki Cortiñas, un prestigioso cantaor, músico y compositor de flamenco, que no ha parado de cosechar éxitos desde que comenzó en la música en su Lugo natal. Ha tocado con los grandes, e incluso trabajos de José Mercé y Tomatito tienen el sello de este artista, que llega este sábado, día 9, al Festival de Jazz de Lugo, con un espectáculo, Mi sentir, en el que combina jazz y flamenco: «Son dos géneros que casan muy bien armónicamente», pero siempre «desde el respeto» por la tradición. El concierto, en el que la innovación se encuentra con la tradición, desde las raíces flamencas hasta la vanguardia del jazz, será a las 20.30 horas en el Círculo de las Artes.
—¿Cuánto tiempo ha pasado desde su último concierto en Lugo?
—Han pasado muchos años, he presentado propuestas para tocar aquí, pero nunca había espacio, así que estoy muy agradecido a Estrella Galicia por darme la oportunidad de volver a tocar en Lugo.
—¿Qué significa para usted actuar en el Festival de Jazz?
—Para mí era un sueño, porque no me perdía ninguno. Con 11 años asistí por primera vez al Festival de Jazz en el Círculo, al concierto de Jorge Pardo y Chano Domínguez y, desde entonces, no dejé de ir. Llegué a ver a grandes artistas, como Ron Carter. Así que, para mí, es doblemente emocionante, por actuar en Lugo y por hacerlo en el Festival de Jazz. Y, además, en el Círculo, que es un lugar maravilloso.
—¿Cómo será el concierto de Lugo?
—Voy a sacar un nuevo disco en el 2025, así que aprovecharé para estrenar en Lugo algunos temas. Va a haber flamenco, boleros, baladas... con música de mis proyectos anteriores también hasta la actualidad. Son temas inéditos, compuestos por mí, con los que pretendo dar directamente al corazón. Yo, desde luego, voy a dar el corazón en el espectáculo. Estaré acompañado para ello por una banda formidable: José del Tomate, guitarra flamenca; Joni Cortés, percusión; Carlos Martín, bajo; David Bao, batería; y Adrián Schinoff, piano y teclados. Y yo canto y voy con la guitarra flamenca.
—¿Como es el flamenco del siglo XXI? ¿Hay también modas en este género?
—Modas siempre hay y, ahora, sobre todo, con las mezclas en los estudios, que parece que han traído de nuevo un poco el sonido de los años ochenta. No es que se esté actualizando el género, es que se va refrescando. Creo que hay que ver lo positivo de estos cambios y no quedarse estancado, pero siempre con respeto por la tradición. El flamenco era muy rígido, pero Camarón y Paco de Lucía quitaron las barreras del flamenco y le dieron libertad, rompieron esos límites con respeto, criterio y conocimiento. Y ahora hay una camada muy buena de artistas con muchas ganas de hacer cosas.
—¿Cómo fueron sus inicios en la música?
—Empecé de chiquitito cantando en la iglesia evangélica en Lugo. Mi primer concierto profesional lo di con 9 años en el Club Clavicémbalo, con Cuchús Pimentel. Y, desde entonces, no he parado, siempre en el flamenco. Seguí por Galicia, Madrid, gravé mi primer disco con 11 años, me llamaron de la Sala Caracol, que la llevaba Carmona, me metí en la composición y en la producción...
—Y llegó a tocar con los grandes, como Tomatito.
—Sí. Además, para el penúltimo disco de José Mercé, que lo hizo con Tomatito, compuse diez de sus once temas. Ellos son baluartes del flamenco, así que para mí es todo un honor, y son discos que van a quedar ahí para toda la vida.
—¿Cree que sus hijos seguirán su mismo camino?
—Tengo una niña de 10 años, que no se interesa mucho por la música, pero sus hermanos, de 8 y 7, sí, les encanta y cada uno tiene ya su guitarra. Estos días estaremos con la familia por Lugo, en el barrio de Fingoi, donde aún viven mis padres. Ahí es donde me crie, rodeado de música, jugando en el equipo de fútbol sala del colegio Illa Verde, en el instituto de As Mercedes... Tengo muchos buenos recuerdos de mi infancia en Lugo.