El Concello prevé colocar filtros de decantación en los depósitos
08 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La colocación de filtros de decantación es el próximo paso previsto por el Concello de Vilalba para evitar la turbidez del agua de la traída. La solución se concretará en un convenio que se firmará con la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y cuya firma se abordará en un próximo pleno de la corporación.
Según lo esbozado este lunes por la alcaldesa, Marta Rouco, la intención del Concello es la instalación de filtros en los depósitos de O Picouto (Lanzós), de donde sale el agua que va al casco urbano y al polígono de Sete Pontes. La aparición de turbidez en el agua de la traída es un problema que se arrastra desde hace años y que afecta a distintas zonas del casco urbano; y aunque algunos vecinos habituados al problema admiten que no es ahora tan intenso como antes, no faltan quienes optan por comprar agua embotellada para cocinar.
La turbidez parece consecuencia de la arcilla que queda en suspensión en el agua del arroyo del que se toma el abastecimiento a la altura de As Cañotas (Lanzós). De ese lugar se bombea a los depósitos sin que en esas instalaciones haya un mecanismo corrector. La colocación de los filtros avanzada este lunes por la regidora va en la línea de resolver uno de los mayores problemas de medio ambiente que arrastra la capital chairega.
En los últimos años, en Vilalba se realizaron actuaciones relacionadas con la gestión del agua. La reforma de la rúa da Pravia no solo modificó la imagen de la calle y redujo la presencia de vehículos, sino que incluyó la reforma de servicios como la conducción de agua. Además se construyó un pozo de tormentas, de modo que el agua que no puede tratar la depuradora, por ejemplo, en episodios de lluvias intensas quede almacenada y no llegue al río Magdalena con suciedad.
En cambio, sobre la digitalización de la red, a la que el Concello aspiraba con una propuesta enviada por la empresa concesionaria del servicio (Espina y Delfín), no hay certezas, ya que al proyecto, dijo Rouco, le faltó un punto en la evaluación. El proyecto incluía un presupuesto de 1,5 millones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (Perte).