Aunque se desconoce el próximo uso del terreno, la normativa prohíbe la construcción para usos residenciales y se debe garantizar la conservación de la fortaleza
02 ago 2024 . Actualizado a las 20:57 h.Después de más de dos década incluida en la Lista Roja de Patrimonio, señalada por peligro de derrumbe, la compra por parte de un empresario de Sarria empieza a arrojar luz sobre la Torre do Batallón. La fortaleza se comenzó a levantar en el siglo XII y terminó de construirse en el XV. Fue en esa misma época cuando la revuelta Irmandiña destruyó gran parte de la fortaleza. Más tarde se reconstruyó, pero cayó en el abandono hasta este viernes. Por suerte para la localidad, ese episodio llega ahora a su fin.
La familia puso a la venta la torre hace más de diez años por 1.100.000 euros. En la oferta se incluía el terreno, la torre y también dos viviendas construídas posteriormente que están en la propia parcela, de aproximadamente 9.000 metros cuadrados. Sin embargó, ninguna compra se materializó hasta que el conocido empresario Jesús Pato dio el paso de invertir en la fortaleza, en la que solo queda la torre, de unos 15 metros de altura, y restos de antiguos muros.
La normativa urbanística prohíbe la construcción como residencia y, en este sentido, el comprador debe llegar a un acuerdo con el Concello y la Dirección Xeral de Patrimonio sobre los usos del terreno, que deben garantizar la conservación de la torre siendo el objetivo último la puesta en valor de la misma. Está reconocida como Bien de Interés Cultural.
Varios intentos de compra sin éxito
Por parte de los sucesivos gobierno locales, se intentó en varias ocasiones comprar el inmueble para que pasase a manos públicas, buscando también el apoyo de la Xunta. Se presentaron ofertas de unos 750.000 euros. Pero tampoco se llegó a un acuerdo. También intentaron expropiarla, sin éxito. La última propuesta fue en el 2017 por la parte de la familia propietaria: la construcción de un hotel en la finca. Los Pérez Batallón se ampararon en que en las normas urbanísticas del Concello, de 1986, consta como finca urbana. La entonces alcaldesa, la socialista Pilar López, se negó a la propuesta. Desde ese año, no se volvió a avanzar en ninguna solución para el antiguo inmueble mientras vecinos llegaron a recoger firmas para que se recuperase el bien más importante de la villa.
Tras la compra el alcalde de Sarria, Claudio Garrido, asegura que es una noticia positiva para la conservación de la torre y del entorno, dado que «el Ayuntamiento no podía afrontar la compra». Además, añade que el comprador «tendrá que combinar la conservación de la construcción con sus iniciativas privadas, teniendo en cuenta que los usos del terreno deben estar ligados al sector terciario y al disfrute por la parte de la población».