
El gerente de la sala lleva a las fiestas una plataforma con pinchadiscos
30 may 2023 . Actualizado a las 11:44 h.Con el avance de la primavera empieza la temporada de fiestas al aire libre, que logra su apogeo en el verano y que poco resiste la llegada del otoño. Cuando los días son más cortos y más frescos, la diversión agradece locales cubiertos, ajenos a problemas de lluvia o de frío. Pero llega Daniel Veiga, a quien muchos —o más bien todos, en realidad— conocen como Plenario porque ese es el nombre con el que es conocida su familia en A Pontenova, dispuesto a revolucionar la diversión estival.
¿Cómo disfrutar de su discoteca en verano si está cerrado? Pues montando un equipo de luces y de sonido sobre un camión alquilado para ese fin y llevándolo allí donde se contraten ese servicio. La discoteca que gestiona es Hermo, situada en Muimenta y un nombre de referencia en el ambiente nocturno en la Terra Chá, en muchas comarcas de Galicia y hasta en el occidente de Asturias desde hace décadas. Mientras muchas salas fueron incapaces de resistir el paso del tiempo, Hermo -abierta en los años setenta por el empresario Antonio Morán y continuada luego por su hija Pilar- sigue siendo un referente en el ambiente nocturno de Lugo.
Las orquestas tienen músicos y cantantes. La discoteca móvil ideada por Daniel Veiga tiene disyoqueis, y además, explica, a gusto del cliente. Pueden ir de uno a cuatro, los mismos que habitualmente pinchan en la sala de Muimenta, aunque lo normal es que actúen dos. «Cada un ten o seu estilo», afirma el promotor del proyecto.
La discoteca está empezando a ir a fiestas, aunque no para ser alternativa a las orquestas sino una opción más. De hecho, los horarios en los que se puede contratar este sistema son variados: una sesión vermú, una sesión de tarde o una de noche. Ya hay fiestas en las que actúan discotecas móviles, y Veiga destaca que no es ese el único cambio en el ocio al aire libre: «Hai orquestras que xa levan só cantantes e xente que pon as bases de música. Así aforran músicos», comenta.
Subraya también que este modelo es compatible con la presencia de una orquesta, y explica que un grupo puede tocar en una fiesta y parar para descansar; luego pinchan los disyoqueis, reanudan los músicos la actuación y acaba la verbena con sesión discoteca. Para Veiga, así los músicos de una orquesta descansan más, y el tiempo necesario para montar el escenario de su actuación no pasa de hora y media.
El mundo de la noche ya le era conocido antes de asumir la gestión de Hermo, pues tiene un bar en Meira. Luego echó sus redes en Lugo, en donde gestiona un pub cerca de la Catedral. Este nuevo proyecto no se ha puesto en marcha de la noche a la mañana: «Era una idea que tiña», afirma. Para los asiduos de Hermo será algo así como disfrutar de la discoteca en los meses en que está cerrada; para los partidarios de las fiestas, un aliciente más que, por otro lado, no genera indiferencia sino todo lo contrario. «Está creando bastante expectativa», dice Veiga, que desvela que incluso de Asturias recibe llamadas de gente interesada en su nueva discoteca. Cuando llegue el otoño, el camión se guardará durante unos meses y los pinchadiscos volverán a sus cabinas para hacer bailar al público en la pista de Hermo al ritmo de su música.