Los funcionarios se manifiestan en Bonxe en repulsa a las agresiones sufridas por sus compañeros

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

Casi un centenar de personas se manifestaron este lunes frente al Centro Penitenciario de Bonxe (Outeiro de Rei). La gran mayoría de ellos, funcionarios de prisiones que protestaban contra la última agresión sufrida por uno de sus compañeros, ocurrida en esa misma cárcel el pasado viernes. Los trabajadores expresaron sus reivindicaciones frente a la prisión, entre los que destacan la regulación de muchos de sus puestos y el aumento de la seguridad en el día a día. 

Bajo el lema «Carlos, Bonxe está contigo», los funcionarios de la prisión lucense se volcaron con su compañero, agredido por un preso que lo asaltó en el patio y lo dejó inconsciente de un puñetazo en el rostro. Tanto la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) como el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) convocaron esta manifestación para mostrar su rechazo a la agresión, pero también para recordarle a la sociedad sus reivindicaciones.

Reclamaciones a las instituciones

«Internos peligrosos, funcionarios en peligro» o «No más primeros grados encubiertos» fueron varios de los lemas que se podían leer en los carteles que sujetaban los manifestantes, que llevan años solicitando mejoras laborales al Ministerio del Interior. 

«Solicitamos a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que se establezca un protocolo real de agresiones en los centros de Trabajo, que se dote a los trabajadores de medios materiales como las pistolas táser y que se apruebe de una vez la consideración de agentes de la autoridad. Recordamos que llevamos años solicitando un incremento importante de las plantillas y una mejora de las condiciones laborales equiparándonos con los funcionarios de prisiones de Cataluña», inciden desde la APFP.

El funcionario agredido por un preso se encuentra en su casa recuperándose de las lesiones. Tuvo que ser hospitalizado y pasó la noche en observación del complejo Ribera Polusa de Lugo tras quedar inconsciente y perder la memoria debido al fuerte golpe recibido. El agresor fue trasladado a la prisión de A Lama, en Pontevedra.