Tres años de cárcel para un camionero que abusó de su hija menor de edad: «Tenía miedo de que le hiciera lo mismo a su hermana»

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

El portugués afincado en Castroverde (Lugo) condenado por abusar de su hija.
El portugués afincado en Castroverde (Lugo) condenado por abusar de su hija. A. SISO

El condenado trató de realizar tocamientos a la adolescente en reiteradas ocasiones. Le decía a su hija que eso era «algo normal»

12 ene 2023 . Actualizado a las 20:58 h.

La Audiencia Provincial de Lugo ha condenado a un camionero de nacionalidad portuguesa a tres años de prisión por abusar sexualmente de su hija, de 16 años, en reiteradas ocasiones. La Sala Segunda de lo Penal da por probado que trató de realizarle tocamientos varias veces y que la sometió a agresiones continuadas a lo largo del año 2019

La sentencia del tribunal afirma que la primera vez que sucedió algo así fue cuando ambos compartieron la cama del camión en el que trabajaba el hombre. Entonces, este intentó tocar las partes íntimas de la menor, pero ella le apartó la mano y le advirtió que se lo diría a su madre si no paraba.

En otra ocasión, cuando se encontraban en el domicilio familiar viendo una película en la televisión, el acusado apagó la luz y le tocó los pechos. Otro día, le enseñó un vídeo pornográfico y le dijo que era «normal» que padres e hijas mantuviesen relaciones sexuales.

En una cuarta ocasión, en la que llevaba a la menor a casa de una amiga en Lugo, el hombre paró su vehículo e intentó tocarle en la zona genital tras decirle que «era más normal tener relaciones con uno de la familia que con uno de fuera».

Además, los jueces, en el relato de hechos probados, afirman que el acusado «ejercía un control total sobre las decisiones que afectaban a las salidas de su hija» y que, cada vez que le pedía permiso, «le exigía un beso» y, cuando ella se lo iba a dar, «giraba la cara para que tuviera que besarlo en la boca».

El relato de la víctima, fundamental

Según la sentencia, la joven no quería denunciar porque «tenía miedo de que le hiciese lo mismo a su hermana pequeña». No fue hasta que una profesora suya y una trabajadora social del Concello de Castroverde se enteraron de lo sucedido cuando lo pusieron en conocimiento de la Guardia Civil.

El tribunal ampara su decisión, fundamentalmente, en la declaración de la adolescente. Su relato guarda un gran valor penal ya que cumple los tres requisitos solicitados por la jurisprudencia: no fue emitido por odio, venganza o rencor; el testimonio fue coherente, y mantuvo la acusación en todo momento.

En cuanto al relato del acusado, la Audiencia afirma que sus declaraciones «no resultaron mínimamente creíbles para la sala», ya que incurrieron en contradicciones tanto él como su esposa y madre de la niña, que «mostraba una actitud claramente enfocada a no perjudicar a su esposo».

Una condena menor de la solicitada

Finalmente, la Audiencia rechazó imponerle la pena solicitada por la Fiscalía y por la acusación particular, que ascendía hasta los seis años de cárcel, ya que optaron por un delito de abuso sexual y no uno de abuso sexual a menores de 16 años. Esto se debe a que las fechas en las que se habrían producido los tocamientos no están claras, así que no se puede probar que la víctima, en aquel momento, tuviese 15 y no 16 años. Por ello, el tipo penal cambia y la pena se reduce.

El padre, por lo tanto, ha sido condenado a tres años de prisión, a cinco de libertad vigilada y a pagarle 7.000 euros a su hija en concepto de daños morales. Cabe interponer un recurso al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia contra esta sentencia.