La sequía ya deja sin agua potable a pueblos de Lugo: «É a primeira vez que chegamos a este límite»
LUGO
En aldeas como Liñares, en Pedrafita, solo pueden beber agua embotellada y el Concello les lleva suministro sin tratar
15 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Los últimos días de lluvia intermitente no mitigaron ninguna de las consecuencias de la sequía que sufre la provincia de Lugo. De hecho, en algunos pueblo todavía empeoró más, las fuentes están totalmente secas y ya no hay agua potable. Es el caso, por ejemplo, de la parroquia de Liñares en Pedrafita do Cebreiro, donde el Concello suministró agua a los vecinos pero está sin tratar, por lo que no es apta para el consumo. «É a primeira vez que chegamos a este extremo, todos os veciños dependen da auga embotellada da tenda», cuentan desde Casa Jaime.
Hace aproximadamente un mes y medio que los concellos empezaron a aplicar restricciones para mantener el suministro de agua tras meses sin llover. El descenso del consumo para lo que no es estrictamente necesario no fue suficiente para conservar la traída de agua. «Aquí as casas están habitadas, hai moito ganado e ademais comercios, como bar ou albergue», explica un vecino de Liñares. En esa localidad, situada a unos 1.200 metros de altitud, se toparon hace dos días con que los grifos ya no echaban agua. «Chamamos ao Concello pola mañá e pola tarde trouxeron auga nas cisternas dos bombeiros, pero está sen tratar. Só nos sirve para asearnos ou para a lavadora, non vale nin para nós nin para as vacas», relata Jose, uno de los ganaderos de la zona.
Desde que la parroquia se quedó sin agua, este vecino, que tiene a su ganado repartido por distintas fincas hasta 15 minutos de distancia, tiene que transportar él mismo el agua embotellada para dar de beber a las vacas. En el bar del pueblo, si algún cliente quiere beber agua, se le da gratis de una botella. Al menos al hervir el agua suministrada por el Concello, ya puede seguir cocinando. «Non só está a fonte seca da aldea senón tamén as do monte». Los propios vecinos de la zona están llevando garrafas o botellas de agua a los habitantes más mayores que no pueden ir a comprarlas o cargar peso.
La rápida respuesta del gobierno local hizo que los vecinos recuperasen la normalidad en el mismo día, pero las previsiones tanto para Liñares como para el resto de Pedrafita no son buenas: «Levamos feito reparacións das captacións nunhas 15 aldeas e a sequía cada vez é maior», asegura el alcalde, José Raposo.
El principal problema que observa es que una gran parte de los pueblos no tienen contador de agua, por lo que la emplean «a ciegas» y sin control. «A mínima abren a mangueira e así terminan quedándose sen auga». Liñares es uno de los últimos ejemplos de aldeas de Lugo que ya llegado al límite de la sequía, pero otros concellos ya tuvieron que transportar agua con cisternas municipales a aldeas en problemas. Por ejemplo sucedió en Palas de Rei, Antas de Ulla o Guntín, donde la población en verano aumenta considerablemente.
Medidas para la «sequía crítica»
Por el momento, en la provincia de Lugo solo anunciaron cortes de agua en dos concellos: Pantón y Antas de Ulla. En el resto del territorio se mantienen medidas de restricción de uso de agua para servicios municipales, como riego o baldeas, y también para los ciudadanos. Este mismo miércoles el Concello de Monterroso recordó que la captación de agua es insuficiente, por lo que prohíbe lavar coches, llenar piscinas y regar o baldear con agua de la traída. La concesionaria del agua alertó al gobierno local de que la sequía es «crítica». Igual que Monterroso, se pide el uso esencial del agua en todos los concellos por los que pasa el Camino de Santiago. Y también continúan con dificultades los municipios de A Terra Chá de Castro de Rei, A Pastoriza, Pol, Guitiriz, Xermade, Vilalba o Cospeito.
