Investigan en Lugo un supuesto taller ilegal donde varios okupas podrían ocultar coches robados

A. S. LUGO / LA VOZ

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Las autoridades hicieron una redada en la mañana de este martes en Ramil, pero varios testigos afirman que los presuntos infractores, unos extranjeros que okupan una casa de la rúa Santo Grial, se llevaron sus coches a toda prisa poco antes de la intervención policial

14 sep 2022 . Actualizado a las 11:30 h.

Lo que empezó siendo un caso típico de okupación puede haberse transformado en una gran operación policial contra el tráfico de vehículos robados. Este martes, varias dotaciones de la Policía Nacional y de la Guardia Civil de Lugo acudieron a un viejo taller mecánico, ubicado en la parroquia de Ramil, para llevar a cabo una redada. Las autoridades sospechan que varios ciudadanos de un clan rumano pero establecidos en Lugo usaban ese inmueble para ocultar vehículos —algunos de alta gama— que pudieron haber sido robados a sus legítimos dueños.

Todo comenzó cuando el dueño de una vivienda de la rúa Santo Grial, en Lugo, le alquiló el inmueble a unos nuevos inquilinos. Pronto, todo se torció, ya que le comunicaron que pensaban quedarse a vivir allí sin pagar ninguna contraprestación. De eso hace ya un año y medio, aproximadamente. Ahora, el propietario ha emprendido una táctica más agresiva con los okupas, con el objetivo de que abandonen la vivienda. En la actualidad, la cantidad adeudada podría superar los 12.000 euros. 

Según el propietario de la vivienda, estos okupas habrían tratado de extorsionarlo, pidiéndole hasta 5.000 euros para abandonar de manera voluntaria su residencia.

 El dueño alertó a las autoridades recientemente, ya que sospechaba que estos inquilinos podrían estar en posesión de varios vehículos robados. Y así fue. Este lunes, una dotación de la Policía Nacional acudió al garaje anexo a la vivienda, donde localizaron un Citroën gris que figuraría como robado en el registro según las primeras pesquisas. La grúa municipal lo retiró del subterráneo poco después.

Se sospecha del posible robo de hasta una docena de vehículos, ya que los vecinos los han visto circulando por la zona con distintas matrículas, las cuales podrían estar cambiando los sospechosos de manera frecuente. Los okupas negaron que el Citroën presuntamente robado no fuese suyo, pero rápidamente adoptaron una nueva estrategia, según fuentes cercanas al caso. 

En el centro, el turismo gris, que figuraba como robado en el registro.
En el centro, el turismo gris, que figuraba como robado en el registro.

Varios de estos sujetos, según creen los investigadores, cuentan con un taller mecánico ilegal en Ramil. Tras la visita policial de este lunes, procedieron a trasladar allí otros vehículos que tenían en el garaje de la rúa Santo Grial. Este martes, la Policía Nacional y la Guardia Civil acudieron al lugar, alertados por los vecinos de que estos movimientos se habían producido. Sin embargo, los okupas todavía iban un paso por delante.

Un paso por detrás de los sospechosos

Cuando las autoridades llegaron al taller clandestino de Ramil, ellos ya se habían encargado de retirar varios vehículos. Los que dejaron allí no figuraban como robados en España, como comprobaron los agentes de policía al efectuar el registro. Todavía está por ver si pudieron ser sustraídos en otros países de Europa. Para conocer esta información, la Policía Nacional de Lugo ya ha iniciado los trámites pertinentes con Europol. 

Eso sí. Desde la Policía Nacional piden cautela, ya que, por el momento, no se ha podido acreditar al cien por cien ni un solo robo, ni siquiera el del Citroën. Desde comisaría afirman que la situación esta todavía «en una fase muy inicial» y que no abandonan ninguna de las posibles hipótesis, pero advierten de que «aún es pronto para hablar de una banda criminal o de una organización de ladrones». 

Sin embargo, podría no ser la primera vez que estos sujetos cometiesen una ilegalidad en la provincia de Lugo. Varias personas cercanas al caso han identificado a esta familia como los presuntos autores de una agresión sucedida en Monforte en el año 2020. Entonces, quedaron con un burgalés para, según ellos, venderle un Porsche. Una vez allí, le dieron una paliza, le robaron 19.000 euros y se fueron con el coche. Todavía no se sabe si estos okupas son, efectivamente, los presuntos autores del suceso de Monforte, pero un testigo los señala directamente como implicados en la agresión.

El trasiego de patrullas, vecinos y vehículos posiblemente robados continúa en estos momentos en una calle de Lugo que se ha convertido en el centro de todos los focos.