Hasta 30 familias nuevas llegan cada semana al Banco de Alimentos de Lugo

Paula Álvarez / M. G. LUGO / LA VOZ

LUGO

La Asociación Aviva es la encargada de hacer el reparto de alimentos
La Asociación Aviva es la encargada de hacer el reparto de alimentos AINHOA GARCÍA

La entidad afronta ahora más gastos por el encarecimiento de todos los productos, aunque las empresas «donan más que nunca»

26 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Mujeres, hombres e incluso niños. De varias nacionalidades, con diferentes vidas y por múltiples motivos. Pero todos haciendo cola con un objetivo común: llenar el carro con comida para poder comer toda la semana.

Hace apenas unos días, el Banco de Alimentos de Lugo se llenaba de movimiento para recibir a toda esa gente que, debido a sus circunstancias económicas y personales, tiene derecho a una recogida de alimentos de forma gratuita. Cada martes y cada viernes dan las tres de la tarde y se empieza a notar la afluencia de personal. Algunos ya se conocen, pues acuden varias veces a la semana; otros llegan por primera vez. «Cada martes recibimos a entre 20 y 30 familias nuevas, casi siempre con el mismo perfil; inmigrantes que llegaron como turistas, se quedaron y no tienen recursos», explica Elwin, uno de los encargados del reparto.

Hacían la cola, primero se entrega un número y después pasan a cargar sus bolsas de comida. La asociación Aviva es la encargada de hacer la entrega, pues el Banco de Alimentos solo está autorizado para organizar y recaudar.

Aunque el Banco tampoco lo tiene fácil en estos momentos debido a la gran subida en los precios, pues «co mesmo diñeiro compramos a metade», una larga mesa da vuelta al recinto con cajas de leche, huevos, latas de conservas, pan y refrescos, entre otros muchos alimentos.

Pasan los minutos y el movimiento es constante; la gente entra, carga, sale a descargar y vuelve dentro, mientras que los voluntarios echan una mano a todo aquel que lo necesita.

La situación familiar y socioeconómica de cada uno es determinante para coger más o menos cantidad de comida. «Hay que repartir con los demás, no puedes quedarte todo», explica una mujer dominicana, de 42 años, que lleva cuatro viniendo al Banco.

Ella se muestra contenta, dentro de lo que cabe, y agradecida porque «entre mi trabajo a media jornada y la ayuda del Banco podemos alimentarnos yo y mi hijo», explicó. No obstante, también ella destaca que «es difícil conseguir la certificación de los servicios sociales, que a veces te mandan a la iglesia».

«Hay que repartir con los demás, no puedes quedarte todo»

Mientras esta mujer cuenta su historia, otra de ellas, aún con el carro vacío, se acerca. Con poco más de 25 años, originaria de Colombia, explica que acude al Banco una vez al mes. Lleva dos años en España, tiene una hija pequeña y cuando trabaja solo cobra «en negro», pero los ingresos que recibe su actual pareja le impiden coger comida varias veces cada mes. Con todo, cuando los ingresos y las ayudas son mínimas, o prácticamente nulas, «toda ayuda es bienvenida».

La Asociación Aviva es la encargada de hacer el reparto de alimentos
La Asociación Aviva es la encargada de hacer el reparto de alimentos AINHOA GARCÍA

Organización, la clave

Todos llevan mascarilla y el reparto está bien organizado. La presidenta del Banco de Alimentos, Amadora Núñez, explica que «a partir de la pandemia decidimos dar turnos, para evitar así las aglomeraciones». Y cierto es que lo cumple a raja tabla, pues da la impresión de que todos saben lo que tenían que coger, cómo y dónde deben hacerlo. Todo el mundo tiene rutinas y esta es la suya.

Tanto los inmigrantes como los lucenses encuentran en el Banco de Alimentos un apoyo a su difícil situación económica. Tienen que estar empadronados y cumplir una serie de requisitos en cuanto a su situación laboral y de vivienda, pero lo más importante es que no se establecen diferencias. «Atendemos igual a xente de fóra que a de aquí. Temos que axudar como podemo, explica Amadora.

El proceso de recogida es rápido y en menos de una hora todos los que acudieron tenían sus coches cargados de comida. Agradecidos, sí, pero con la esperanza de que, un día más, sea la última vez.

Las empresas y los ciudadanos ayudan con más donaciones que nunca

La presidenta del Banco de Alimentos de Lugo, Amadora Núñez, solo tiene palabras de agradecimiento para las empresas y ciudadanos que en estos momentos ayudan con tantas donaciones.

Los alimentos más difíciles de conseguir, como la leche, son fácilmente accesibles para ellos gracias a la implicación del sector lácteo. «Chegan ao banco 800.000 litros de leite cada ano a través de doazóns», explica Amadora.

También ella destaca la ayuda de empresas como Pepsi, que aporta golosinas para los más pequeños, y de Hero, que envía alrededor de 66 palés de mermelada. Los yogures les llegan por parte de la Casa Grande de Xanceda, entre otros, Bolton Group entrega latas de conservas e Ingapan aporta pan y empanadas.. Estas son solo algunas de las empresas, pero son muchas más las que colaboran.

Además, también los ciudadanos aportan su grano de arena a la causa. En supermercados como Gadis, los clientes tienen la opción de destinar dinero al Banco de Alimentos. Ese dinero no se entrega directamente, sino que se valora cuánta comida podría adquirirse con él para, posteriormente, donarla al Banco. Amadora destaca la amabilidad de la gente en este sentido.

Un reparto igualitario

La Asociación Aviva, que entrega los alimentos, tiene que hacer un reparto igualitario. «Non é só conseguir as cousas, hai que saber organizalas», confiesa Amadora. Además Elwin, uno de los encargados del reparto, explica que no puede llevarse lo mismo un individuo que vive solo que una familia numerosa.