La Confederación solicitó a la Xunta mover los mejillones próximos al caneiro

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo LUGO / LA VOZ

LUGO

Un biólogo de la Xunta hizo prospecciones el lunes en la zona del caneiro afectada por las obras
Un biólogo de la Xunta hizo prospecciones el lunes en la zona del caneiro afectada por las obras REBECA

La consellería ve aconsejable el cambio de ubicación en el Miño por ser pocos ejemplares

16 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado lunes, coincidiendo con el arranque de los trabajos previos para reconstruir el caneiro de Aceña de Olga, en el paso del Miño por Lugo, biólogos de la Xunta de Galicia realizaron una serie de prospecciones en la zona para comprobar cuántos mejillones habitan en el lugar y si las obras podían alterar el ecosistema.

Se trataba de una actuación prevista. En su día, cuando la Xunta dio el visto bueno a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) para las obras, condicionaba la autorización final a una prospección previa al inicio de los trabajos y ya avanzaba que podía ser necesario traslocar una pequeña cantidad de mejillones que se habían detectado en el lugar.

A principios de semana, los biólogos realizaron la pertinente comprobación y ya trasladaron el informe a la CHMS, que ayer mismo tenía previsto remitir a la Xunta la petición para mover de sitio los moluscos y poder continuar con las obras.

Según explican desde la Xunta, lo que se había detectado ya en su día era una pequeña población de mejillones de río que, además, estaban en un lugar fuera de su hábitat natural, por lo que, de hecho, incluso era aconsejable su traslado.

Ahora, será Patrimonio Natural quien tenga la última palabra sobre el cambio de ubicación de los bivalvos, pero todo apunta a que el informe para desplazarlos será favorable.

Las obras, por fases

Una vez se desplace la pequeña colonia, la empresa adjudicataria de los trabajos podría iniciar la intervención directa en el río. La reparación del caneiro, que había salido a licitación por cerca de 300.000 euros, se ejecutará en varias fases y consistirá en la reparación y la permeabilización de la estructura.

La primera etapa se centrará en ejecutar el paso de peces y en restaurar el azuz entre el extremo del margen oeste y el inicio de la zona donde está la rotura, que se produjo durante la construcción del puente blanco. Para poder hacer la intervención, será necesario crear un acceso provisional al caneiro mediante la creación de un recinto seco construido a base de sacos de arena.

La segunda fase contemplada en el proyecto incluía la restauración del caneiro entre el final del tramo roto y el extremo donde se ensancha, hasta alcanzar los doce metros. Para ejecutar esta parte se seguirá el mismo método que en la primera, desviando el cauce por medio de sacos de arena.

La última fase de los trabajos abarcará la restauración de la presa en su sector más ancho. La elección de esta época para realizar la intervención obedece al bajo caudal que lleva el río Miño a su paso por la ciudad. El plazo que se estableció para ejecutar las obras es de tres meses.