Desde el Obispado subrayan que en estos tres años no han recibido ninguna queja oficial y que en ningún momento se dificulta el acceso de ningún fiel. «Nós o que queremos é encher a Catedral de rezadores», apunta Mario Vázquez.
Para los que no acaban de comulgar con el modelo actual, otro ejemplo de que no se dan facilidades a los fieles es que cada vez se canaliza más el acceso a la Catedral por la puerta del Museo. En teoría, las puertas del Museo, la de la sacristía y la principal han de permanecer abiertas durante las horas de culto, sin embargo, ayer, sin ir más lejos, en horario de misas la principal estaba cerrada y en la de la sacristía un cartel remitía a los turistas a la puerta principal, pudiendo confundir a algún fiel. Desde el Obispado insisten en que en horario de culto, los tres accesos han de estar disponibles.