El acusado de agredir a sanitarios tras una pelea en las fiestas de Celeiro afirma que él fue la víctima del suceso

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

El acusado afirmó que solamente se defendió de los golpes de quienes fueron a defender a su novia.
El acusado afirmó que solamente se defendió de los golpes de quienes fueron a defender a su novia. A. SISO

Durante el juicio, el procesado afirmó que solamente se defendió de aquellos que le habían reprochado que le gritase a su pareja

14 may 2022 . Actualizado a las 22:19 h.

Una pelea en las fiestas de Celeiro (Viveiro) sucedida en el verano del año 2016 podría costarle muy caro a un vecino de la localidad lucense. 

La Fiscalía pide una pena de seis años de prisión para el hombre, que, supuestamente, golpeó a cuatro personas, entre ellas su pareja, en dichas fiestas. Además, al ser trasladado al Punto de Atención Continuada (PAC) de Viveiro, insultó e intimidó presuntamente a la médica que lo trató. El Ministerio Fiscal solicita cuatro años de cárcel por un delito de lesiones y dos por otro de atentado.

Los hechos ocurrieron, de acuerdo con el escrito de acusación, el 24 de julio de 2016, durante las fiestas patronales de Celeiro. Sobre las 5.00 horas, el acusado mantuvo una «gruesa discusión» con su pareja, a la cual habría presuntamente agredido, indica la fiscal, siguiéndose por estos hechos diligencias previas en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Gijón.

Este viernes, se sentó en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Lugo. Tanto él como su abogado rechazaron en todo momento negociar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y con la acusación particular, ya que defienden su inocencia. 

El letrado solicitó este viernes la libre absolución de su defendido, porque entiende que los hechos «no son como dice la acusación». El acusado aseguró haber sido víctima de un «tema racista» que derivó en la riña en la que sufrió las heridas que lo llevaron a ser trasladado al centro de salud donde supuestamente se cometió la agresión.

A las preguntas de la Fiscalía y de la abogada de la acusación, el hombre afirmó que todo empezó con una discusión que mantuvo con su pareja. «Yo había bebido mucho aquella noche. Ella quería que nos fuésemos a casa y yo le insistía en que nos quedásemos. Estaba bastante bebido», reconoció en el juicio. «Es cierto que pudimos gritarnos y le pude decir cosas que no debería, pero no le puse la mano encima. Llevábamos cuatro años y medio juntos y jamás le hice nada así», explicó durante su turno de palabra.

Versiones opuestas

Cuando el tono de la discusión alcanzó su nivel máximo, varias personas se acercaron a llamarle la atención al acusado y a defender a su pareja. O eso afirma el escrito de la Fiscalía, ya que el procesado explicó que no fue del todo así. «Un par de hombres me empezaron a gritar y a insultar. Uno me vino por detrás y me agarró por el cuello. Me tiraron al suelo y empezaron a pegarme. Yo solo me defendí para escapar de allí», comentó durante su intervención. La Fiscalía afirma que, después de que varias personas lo redujeran, se levantó del suelo y les agredió de nuevo. 

Tras esto, ambas versiones coinciden en que el acusado huyó del lugar y se topó con la policía. Fue arrestado por la pelea y trasladado al PAC de Viveiro, debido a que él también había resultado herido. Llegó al centro médico pasadas las seis de la mañana. Una vez allí, se mostró «violento y agresivo» con el personal, «tirando el instrumental médico al suelo» y dificultando la asistencia médica. Además, insultó a la doctora que lo trató, con la intención de «vejarla y amedrentarla por su condición de mujer y de persona originaria de otro país». La facultativa se mostró parte y reclamó una indemnización. En el juicio, el acusado afirmó que «no actué bien», y dijo que fue a disculparse con la doctora posteriormente. 

Los policías que intervinieron en su detención y en su traslado al PAC ratificaron sus informes durante el juicio. Uno de ellos afirmó que, en el momento del arresto, el hombre se encontraba en un estado de «gran nerviosismo y agitación», y que presentaba heridas superficiales. 

Así, la Fiscalía pide para el acusado cuatro años de prisión por un delito de lesiones, el mismo tiempo de inhabilitación especial para el ejercicio de derecho de sufragio pasivo, y la prohibición de aproximarse a las personas supuestamente vejadas y agredidas por un tiempo de nueve años. Por el delito de atentado (con agravante de motivación sexista y racista), otros dos años de cárcel; y por el leve de lesiones, tres meses de multa con cuota diaria de 6 euros.