Dan un entierro digno a ocho represaliados por el Franquismo en un cementerio de Guitiriz

André Siso Zapata
ANDRÉ S. ZAPATA GUITIRIZ / LA VOZ

LUGO

«Verdade, xustiza, reparación e memoria» fueron las palabras que utilizaron los promotores para definir el acto

08 may 2022 . Actualizado a las 22:28 h.

Una sepultura digna. Eso es lo que llevaban pidiendo familiares, amigos, vecinos y conocidos de los ocho represaliados del Franquismo que encontraron en una fosa común de Guitiriz en el año 2019. Ayer, 86 años después de su ejecución, los cuerpos de estos vecinos de la parroquia de Santa María de Lagostelle recibieron un entierro digno.

Lo hicieron gracias a la implicación de la Asociación por la Recuperación de los Desaparecidos en el Franquismo (ARDF). Los trabajos de excavación realizados en julio del 2019 concluyeron con la localización y exhumación de restos de ocho personas, que fueron ayer enterradas gracias al apoyo económico aportado por el BNG desde la Vicepresidencia de la Diputación de Lugo.

El acto se llevó a cabo a partir de las 10.00 horas de este domingo, en el cementerio de la parroquia de Santa María de Lagostelle. Allí estuvieron presentes unos 35 vecinos, políticos y miembros de la asociación. «Fue precioso y emocionante. Queríamos que fuese un acto que rindiese homenaje a las víctimas de la represión franquista y creo que lo conseguimos». Así define el evento Santiago Carcas, secretario de la asociación. El promotor de la inhumación cuenta que se presentó una corona de flores con la bandera republicana española en honor de las víctimas en el momento del entierro. Se descubrió una placa, se leyeron unos poemas y se cantaron unas canciones. Todo, relacionado con la justicia y la reparación que este tipo de asociaciones promueven para los represaliados por la dictadura española.

«Estas acciones son muy necesarias en Galicia», explica Carcas, que añade que «es urgente realizar un mapa de fosas comunes en la comunidad, ya que es la única forma de que todos los gallegos puedan enterrar dignamente a sus seres queridos».

Las muestras de los restos localizados fueron registradas por el laboratorio del Grupo de Genética Forense de la Universidad Complutense de Madrid, a la espera de que nuevas investigaciones permitan avanzar en estudios genéticos y confirmar y ampliar las conclusiones establecidas por la investigación de la ARDF, a través de fuentes documentales y orales, que señalan los nombres de cuatro de las víctimas. Ellos son Edmundo Peinado Ponte, Luis Palleiro Freire, Ángel Rilo Raposo y Antonio González Costa. De los otros cuatro fallecidos no se pudo concretar su identidad.

Apoyo institucional

Allí estuvieron presentes varias figuras de la política lucense. Quienes llevaron la voz cantante fueron Efrén Castro, diputado provincial, y Olalla Rodil, parlamentaria, ambos del BNG. El primero de ellos explicó que «desde a Vicepresidencia da Deputación de Lugo entendemos que debiamos colaborar coa Asociación pola Recuperación dos Desaparecidos no Franquismo en dar unha solución a este proceso aberto en 2019, dando unha sepultura digna e homenaxeando a estas oito persoas asasinadas en 1936 polos golpistas».

Rodil, por su parte, definió el evento como «un acto de verdade, xustiza, reparación e memoria» para los ocho represaliados por el Franquismo. Estas palabras resumen bien la línea ética de asociaciones y políticos que promueven este tipo de acciones. «É unha vergonza a desmemoria e a impunidade que existe no Estado español co fascismo. Todo o recoñecemento a quen loita contra o silencio e a quen axuda co que pode», concluyó la nacionalista.

Un testigo del 1936

José Martínez Vázquez, vecino de Guitiriz, vio con nueve años como fusilaban y tiraban a una fosa común a ocho republicanos. Su testimonio fue clave para recuperar los cuerpos que fueron inhumados este domingo.
José Martínez Vázquez, vecino de Guitiriz, vio con nueve años como fusilaban y tiraban a una fosa común a ocho republicanos. Su testimonio fue clave para recuperar los cuerpos que fueron inhumados este domingo. ALBERTO LÓPEZ

A pesar de que los protagonistas de la inhumación fueron los ocho represaliados, al acto acudió también una persona que presenció el fusilamiento. Se trata de José Martínez Vázquez, un vecino de Guitiriz que vio cómo las tropas franquistas acababan con la vida de estas personas y las arrojaban a la fosa común. Fue él quien dio las primeras pistas a la ARDF sobre la ubicación de los cuerpos, lo que dio inicio al proceso que culminó ayer.