El carril bici deseado en Lugo: del Rato a la vieja depuradora evitando los peligros de la N-VI
LUGO
Aficionados al ciclismo de carretera que cubren este trazado verían con buenos una senda por dentro del paseo del Miño
07 dic 2022 . Actualizado a las 12:24 h.Lugo es una ciudad en la que abundan los aficionados al ciclismo de carretera. A diario, y sobre todo los fines de semana, decenas de vecinos se suben a la bicicleta para recorrer kilómetros, y uno de los recorridos que más triunfa es el que comprende desde el paseo del río Rato hasta la antigua depuradora, en la carretera de Marqués de Ombreiro.
El problema es que este trazado obliga a los aficionados a recorrer un buen tramo por la N-VI, desde la rotonda de la Avenida de Madrid hasta la de Carrefour, una zona de alta circulación y con escaso arcén, lo que convierte este sector en incómodo y peligroso para los ciclistas y también para los conductores.
En un momento en el que la práctica deportiva está en pleno crecimiento, entre los aficionados aflora la duda de si habría alguna alternativa que les evitase pisar el asfalto de la nacional. ¿Sería posible habilitar una senda ciclista por el paseo del Miño, dando continuidad a la del Rato? Sobre el papel parece posible, aunque hay algunas zonas complicadas.
Lo primero sería unir los paseos de los dos cauces fluviales. En la actualidad, el Rato ya tiene su propia senda ciclista, de 2,5 kilómetros e inaugurada en agosto del 2020. Este tramo, muy usado y en el que a veces se cruzan ciclistas y peatones, entronca con la vieja carretera de A Tolda, que habría que cruzar para empatar con el paseo del Miño. Esto no sería complicado, puesto que ya hay un túnel que conecta ambas zonas. Sería preciso arreglar la superficie con asfalto específico para carriles bici.
Más adelante se complica un poco la cuestión. Aunque hay caminos hechos por los paseantes y las bicicletas de montaña, hay una serie de parcelas que continúan en manos privadas que impiden que ambos paseos estén unidos. Los propietarios, al menos varios de ellos, estarían por la labor de que se las expropiasen, de forma que podría darse continuidad al cinturón verde y habilitar así una senda ciclista en condiciones.
Esta senda, que tendría que obtener los correspondientes permisos de los diferentes organismo, podría mantenerse sin muchos problemas hasta llegar a las inmediaciones del Balneario. Ahí llegaría el tramo delicado. En esa zona, y hasta cerca del puente romano, la senda se estrecha y no es más que un camino por el que difícilmente pueden pasar a la vez bicicletas y peatones, por lo que se tendría que habilitar un paso compartido reduciendo al máximo la velocidad de los ciclistas, o buscar un plan B.
El problema es que no hay espacio para las alternativas, más allá de que continúen conviviendo peatones y coches en la Nacional, justo lo que se pretende evitar. Algún aficionado apunta que siempre se podría intentar pasar el sendero ciclista por dentro de los jardines del Balneario, por una zona asfaltada que limita con las cocinas, pero este espacio es muy estrecho y además podría suponer un engorro para el establecimiento, que al fin y al cabo también se debe a sus clientes.
En cuanto los ciclistas llegasen a la altura del puente romano ya enlazarían con la senda ciclista existente, y que continúa hasta la Fábrica da Luz. Durante todo este trazado los aficionados deberían rodar a una velocidad baja, puesto que ese carril bici es muy utilizado por familias con niños y bicis de paseo. Aquí, sería cuestión de respetar la convivencia.
A partir de ahí, los ciclistas se incorporarían ya a la vía que va hacia As Saamasas y enlaza en Marqués de Ombreiro, por donde a diario ya circulan numerosos aficionados y que podría estudiarse incluso que tuviese prioridad para ciclistas.
