La Fiscalía pide para el cazador lucense que arrastró a su perro una multa y que no pueda tener animales un año

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

cedida

El acusado, un octogenario que reside en Lourenzá, sostuvo en el juicio que no podía coger al animal y que no lo hizo con «mala fe»

31 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fiscalía pide para el cazador acusado de arrastrar a su perro atado a la bola del remolque de su todoterreno la privación de tener animales durante un año, además de una pequeña multa, que se traduce en seis euros diarios durante tres meses.

Ayer se celebró el juicio en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Mondoñedo, en el que el hombre acusado de un delito leve pidió la libre absolución y explicó que no podía coger al animal en brazos, y que ese fue el motivo por el que lo ató a su coche. En definitiva, repitió lo que recogieron los agentes del Seprona hace medio año, cuando sucedieron los hechos en Santo Adrao de Lourenzá, en A Mariña lucense.

Un vídeo que se viralizó

El suceso salió a la luz gracias a un vídeo de escasos segundos de duración, en el que se aprecia cómo un todoterreno arrastra a un perro de tamaño mediano y de raza Sabueso. Las imágenes se hicieron virales y motivaron la investigación.

La Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (Anadel) se personó como acusación popular en el juicio, y presentó además un informe veterinario realizado por una profesional especializada, Ana María Bances, que certificó, en base a las imágenes, que «el esfuerzo del animal supera su capacidad, por lo que se cae y pierde el equilibrio, dañando sus patas contra el asfalto, siendo menoscabada su salud física y psíquica. Va sujeto con una cuerda, lo que supone un instrumento y un método peligroso para la vida del animal».

Bances se congratuló ayer de que la sociedad «tenga cada vez más conciencia de que hay que proteger a los animales» por ello, en nombre de Anadel, defiende que el acusado no actuó bien con su animal, poniendo en peligro «su salud y seguridad». La profesional aprecia también ensañamiento y recuerda que el maltrato animal comprende todos los comportamientos que son susceptibles de dañar la salud de los mismos. Concluye que el can «sufrió un maltrato grave en un acto de crueldad extrema que puso en peligro inminente su vida».

La familia del cazador explicó en días pasados que el animal se escapó de casa y que atarlo al remolque fue la opción más viable que vio el denunciado, de avanzada edad, al no conseguir cogerlo. Según su versión, habrían sido entre 200 y 300 metros de trayecto los que recorrió el hombre con el can atado.