Un cura cuelga el hábito por un feligrés, el motivo del corto con el que se estrena una nueva productora de A Ulloa

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

LUGO

José Antonio Nieto, Xabier Mailán, Aida Cobas, Raquel Payo, Miguel Varela y Óscar Varela, miembros de la productora Eira dos Moitos frente a la ermita de Vilar de Donas
José Antonio Nieto, Xabier Mailán, Aida Cobas, Raquel Payo, Miguel Varela y Óscar Varela, miembros de la productora Eira dos Moitos frente a la ermita de Vilar de Donas cedida

«No nome do amor» es la primera obra de Eira dos Moitos, una productora fundada entre seis vecinos de la comarca para apostar por la creación en el rural

23 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los jóvenes recién titulados de las formaciones más nuevas, como son las de la rama audiovisual, se ven abocados a mudarse a las grandes ciudades para encontrar un empleo. Habitar en el rural parece una opción imposible, pero no es así. Eso quieren demostrar seis vecinos de la comarca de A Ulloa creando Eira dos Moitos, una productora que «potencia el desarrollo de proyectos culturales desde el rural» y permite que los jóvenes habiten las aldeas «con trabajo y dignidad». Su primera obra es «No nome do amor», un cortometraje que trata sobre la toma de decisiones. Como la del protagonista, un cura que cuelga el hábito para irse de la mano con un feligrés.

El director de este proyecto es Xabier Mailán, un escritor que se mudó hace dos años a la aldea de su abuela, Santa Mariña do Castro de Amarante, en Antas de Ulla. Con acento andaluz explica que su madre y su abuela son de esta parroquia lucense, pero su madre emigró al País Vasco, donde conoció a su padre y después se mudaron a Sevilla. «Siempre guardé contacto com la aldea», confiesa Meilán. A pesar de que siempre vivió en núcleos pequeños, hace unos años que por su cabeza rondaba la idea de mudarse al rural lucense: «Tenía ganas de verde, árboles y de recuperar raíces». Así que en el 2020 se mudó a Antas, justo cuando, «con más razón», llegó la pandemia. Meilán siempre se dedicó a la escritura, la poesía o la música, lo que fue derivando en la redacción de guiones para el audiovisual y la dirección de las mismas. «Lo mío es inventar historias». 

«Detrás de tanto árbol y tanto bosque, descubrí muchos artistas y vecinos con ganas de cultura»

El pasado otoño, una producción de Almería se trasladó a Antas para rodar. Allí, Mailán coincidió con más gente de la comarca: «jóvenes que acababan de terminar sus estudios, que venían de trabajar en Madrid y tenían muchas ganas de hacer proyectos en común». Así que a raíz de ese rodaje de una firma ajena, seis ulloáns decidieron unirse para crear Eira dos Moitos. Son José Antonio Nieto, Xabier Mailán, Aida Cobas, Raquel Payo, Miguel Varela y Óscar Varela. «Queremos potenciar la creación cultural en el rural y la tradición a la vez que sobre todo los más jóvenes pueden quedarse a vivir en las aldeas, porque así lo desean», explica Mailán. Esta productora es un lugar común para los creadores de la comarca, que no solo tocará lo audiovisual. «A mí me sorprendió la cantidad de iniciativas que hay aquí, detrás de tanto árbol y tanto bosque se esconden muchos artistas y vecinos con ganas de cultura», asegura el director.

Un rodaje en Vilar de Donas

Meilán tenía unos cuantos guiones ya escritos, uno de ellos partió de la siguiente idea: «Me imaginada una ermita nevada, en un país nórdico, de la que de repente salían dos personas cogidas de la mano». Finalmente no será en un país nórdico, sino en Antas de Ulla, la ermita, la de Vilar de Donas y las dos personas, un cura y uno de sus feligreses. El nombre de esta historia es No nome do amor, y es el cortometraje con el que se estrena esta productora. «Qué mejor que Vilar de Donas, un sitio que evoca ruralidad, una parroquia que puede parecer perdida y lejana, rodeada de un gran patrimonio», explica Meilán. Esta semana, el equipo de la productora ulloá empieza la grabación en la ermita de Vilar de Donas, que no tiene culto y está en manos de la asociación vecinal de la parroquia. De hecho, los vecinos también participan en la obra: «Los feligreses son los espectadores de todo lo que pasa pero también son un personaje en sí, queremos darle sitio a gente más mayor que no tiene relación directa con el audiovisual». 

Pruebas de cámaras en el interior de la ermita de Vilar de Donar, que no tiene culto y está en manos de la asociación de vecinos de la parroquia
Pruebas de cámaras en el interior de la ermita de Vilar de Donar, que no tiene culto y está en manos de la asociación de vecinos de la parroquia

No nome do amor, aunque está protagonizada por un sacerdote, no se trata de una crítica ni una reflexión sobre la Iglesia. «Trata de la decisión de un individuo, que da un paso con amor en medio de una canción litúrgica y sin ofender a nadie, ni siquiera es para servir de ejemplo», explica. Que la mano que agarre sea la de un feligrés, es algo que surgió a medida que Meilán iban escribiendo la historia: «Quizás el espíritu ulloano nos tocó a nosotros también», apunta, refiriéndose al ejemplo que es la comarca en iniciativas LGTBI, como el Agrocuir. La productora mantiene activa una campaña de financiación en «Goteo.org» en la que se pueden realizar donaciones para que este corto salga delante y así «calentar motores» para iniciar una nueva etapa en la creación rural de A Ulloa.