Mercedes de Santaló, educadora de Lugo: «Hacer de la comida un momento agradable en familia es la mejor forma de prevenir trastornos»

Laura López LUGO / LA VOZ

LUGO

Mercedes de Santaló imparte talleres presenciales y «on-line»
Mercedes de Santaló imparte talleres presenciales y «on-line» CEDIDA

La profesora y especialista en disciplina positiva, conocida como Super Camuchita, imparte el día 30 en la Escola Infantil Bubela el taller «SOS. Hora de comer», para familias y profesionales de la educación

16 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«SOS. Hora de comer» es el título que lleva el taller que impartirá la educadora lucense Mercedes de Santaló, conocida en redes sociales como Super Camuchita. Y es que el momento de sentarse a la mesa se ha convertido en el verdadero caballo de batalla de muchas familias con hijos pequeños o adolescentes. Para ayudar a prevenir o reconducir esos problemas se propone esta sesión, presencial, el martes 30 a las 17.00 horas en la nueva Escola Infantil Bubela. El precio es de 20 euros por persona y de 35 por pareja, y las inscripciones se pueden realizar en hola@supercamuchita.es.

El taller está dirigido a familias y profesionales de la educación: «A mis talleres vienen personas de todo tipo, padres, madres, embarazadas, profesores, trabajadores de centros de menores...», explica Mercedes de Santaló, que además de madre y profesora especializada en pedagogía terapéutica y audición y lenguaje desde hace dos décadas, es educadora de disciplina positiva, con las certificaciones de aula, familia, primera infancia y empresa.

Por otro lado, para ayudar en la conciliación familiar, proponen también a la misma hora y en la misma escuela un taller infantil de smoothies, por 10 euros.

—¿Sobre qué tratará el taller «SOS. Hora de comer»?

—No es un curso de nutrición ni de propuestas de menús saludables, puesto que yo no soy nutricionista. Será un taller enfocado en las dificultades que surgen a la hora de comer: niños que se levantan de la mesa, que no quieren comer, o que lo hacen compulsivamente, que no prueban cosas nuevas, que intentan llamar la atención, padres que recurren al chantaje... Y está pensado, sobre todo, a modo de prevención, porque hay cosas que sí que podemos hacer para prevenir estos problemas.

—¿Qué consejos les daría a las familias para evitar esas dificultades?

—No me gusta dar tips ni recomendaciones generales porque todo depende de cada situación, del tipo de problemas... Lo que debemos tener claro es que detrás de cada conducta siempre hay un mensaje; la conducta que exterioriza el niño es comunicación, y como padres debemos observar qué hay detrás de esa conducta. Mi papel es enseñarles a las familias y educadores que existe otra forma de hacer las cosas. En cualquier caso, creo que la base, la mejor forma de prevenir trastornos con la alimentación, es hacer de la comida un momento agradable en familia, un momento de calma y de compartir.

—¿La forma de actuar cambia cuando se trata de adolescentes o de niños más pequeños?

—No, la base es la misma, y la forma en la que debemos actuar también. La única diferencia es que con adolescentes las rutinas y conductas estarán más viciadas y costará más cambiarlas.

—¿Por qué es tan problemática la hora de comer con los niños?

—Las rutinas siempre son problemáticas y a las familias nos cansan. Llevamos una vida loca y queremos controlarlo todo, pero tenemos poco tiempo y perdemos los nervios.