A Paco Pestana

Vanessa Díaz

LUGO

Pegatina en el banco donde Vanessa y Paco conversaban
Pegatina en el banco donde Vanessa y Paco conversaban OSCAR CELA

13 oct 2021 . Actualizado a las 11:44 h.

Lo vi llegar con su bicicleta blanca y su atuendo que llamaba la atención, a la vez que elegante y con clase. Paró delante de mi stand en la Feria. Empezó a conversar conmigo con toda naturalidad. No nos conocíamos. Yo no sabía quién era. Otro señor que pasaba por allí y paraba a charlar. Pero enseguida noté que era una persona diferente, especial, que desprendía luz y te hipnotizaba solo con su ser. 

Pasaba gente y todo el mundo le saludaba. "Perdone, ¿es usted famoso? Lo digo porque como le conoce todo el mundo en Lugo." Yo, mi ingenuidad y mi espontaneidad. (Espontaneidad que los siguientes días, con su clara sinceridad, me decía que le encantaba). "No. Solo soy escultor". "Escultor", sin más, me dijo...No se puede ser más humilde. Un artista de los pies a la cabeza. Más que conocido. "Escultor", sin más, sin darle importancia. Yo aun no sabía ante quién estaba. 

Casi cada día se acercaba por allí, me saludaba, y se sentaba en un banco enfrente, bajo un roble. Yo salía y me sentaba a su lado. Disfrutaba de su conversación, de su compañía. Creo que al segundo o tercer día le pedí si me podía vender algún libro o catálogo suyo dedicado. Al día siguiente apareció con un regalo que siempre guardaré con cariño. Un catálogo dedicado a mí, con obra de arte incluida.  

Tan intenso en sus obras, en su fondo, en su sentir. Tan calmado en su hablar, en sus expresiones y ademanes. Estando con él, transmitía una paz infinita. Un señor de verdad. En toda la amplitud de la palabra. Un señor, un caballero. De los que ya no quedan. Culto, elegante, humilde, educado, cercano,... 

Disfruté cada segundo de su compañía. Era puro arte y cultura. Se podía sentir sin más al minuto de conocerlo. Y la sensación seguía y crecía a medida que lo conocía. Respeto y admiración. 

Una vez le pregunté cómo creaba sus poesías. Una pequeña explicación y luego cautivación. Me observó y me dedicó unos versos espontáneos. Observó a un par de personas más que pasaban por delante y describió en poesía lo que a él le transmitían. Con metáforas salidas sin pensar de su corazón. Nunca había visto tal cosa. Él veía y observaba el mundo de una manera que los demás ni podemos imaginar. Observar, observar, observar...y expresarlo con tal belleza sin haberlo preparado. 

Hoy recibí la noticia de que nos había dejado. Aun no puedo creerlo. Rebosaba vitalidad. No he podido contener las lágrimas. Me embargó una pena como si hubiera fallecido un familiar muy cercano. Estupefacción, tristeza infinita, impotencia, incredulidad. No es posible. 

Siento que a él le quedaba mucho por vivir aún. Y a mí mucho por aprender de él. Muchas conversaciones que mantener. Un sentimiento de vacío, de qué algo se me ha ido con él y que nunca recuperaré. 

Solo lo conocí unos pocos días, pero el cariño inmenso que le tomé y que pocas personas hacen nacer en tu corazón en tan poco tiempo, nunca lo olvidaré. Cariño y respeto que no puedo expresar con palabras. 

Se ha ido un gran artista. Para algunos y para los que no tuvieron la suerte de conocerlo se ha ido un grande del arte y la cultura. Pero lo mejor no era su obra, lo mejor era su ser. Muchas gracias por el tiempo que me dedicaste, por tus palabras, por el cariño que me mostraste. Nunca te olvidaré Paco.