Discrepancias sobre la ubicación impidieron que se montasen la mayoría de las barracas del San Froilán

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo LUGO / LA VOZ

LUGO

Los feriantes no acataron las indicaciones de los técnicos municipales y reclamaron que dejen instalarse donde siempre a todos los que se pueda
Los feriantes no acataron las indicaciones de los técnicos municipales y reclamaron que dejen instalarse donde siempre a todos los que se pueda Óscar Cela

El Concello de Lugo instó a los feriantes a que se colocasen según disponían de la documentación y los feriantes reclamaron que les dejasen instalarse donde lo hacían habitualmente

03 oct 2021 . Actualizado a las 19:31 h.

En Lugo habrá barracas en el San Froilán, pero está por ver si les dará tiempo a llegar para la inauguración de las fiestas, tal y como marcó la alcaldesa. El motivo es que este sábado por la noche ninguno de los puestos ubicados en la parte alta del ferial había comenzado a instalarse, al tener discrepancias con el Concello respecto al lugar en el que ubicarse.

Los técnicos municipales, que llevan toda la semana trabajando a destajo para conseguir tramitar toda la documentación, acudieron este sábado a media tarde a delimitar las parcelas que debían ocupar cada atracción. Con las cinco que se instalarán en la explanada del pabellón municipal no hubo problemas, puesto que la zona es amplia y rectangular, pero con las que habitualmente se ubican en García Portela y Vila de Foz hubo fuertes discrepancias.

A la vista de que en el Concello todavía sigue revisando documentación de algunas atracciones, los técnicos municipales decidieron empezar a asignar los puestos a los barraquistas que ya tenían todos los trámites hechos para que fuesen avanzando. Esto conllevaba que algunas atracciones cambiasen su ubicación tradicional, lo que no fue bien recibido por los feriantes.

La instalación de las barracas situadas en el párking del pabellón sí comenzó
La instalación de las barracas situadas en el párking del pabellón sí comenzó Óscar Cela

Para los barraquistas es clave mantener su colocación de siempre y añaden además que en muchos casos es imprescindible por la propia estructura de las atracciones. Por ejemplo, hay algunas que dejaban un árbol en medio o que necesitaban una altura determinada, por lo que no podían chocar con las copas de los árboles.

Con los ánimos a flor de piel y las voces subiendo, el personal del Concello intentó convencerles, pero los feriantes se mantenían firmes. Quieren que primero se valide toda la documentación y se intente respetar su ubicación tradicional, modificando el mínimo de puestos. «Pedimos que primero acaben con la documentación y luego ya se replanteará el ferial. Nosotros sabemos que va a haber puestos que van a tener que moverse, pero queremos que sean el mínimo posible», explicaba una de las barraquistas.

El caso es que a golpe de domingo, el Concello seguirá revisando el papeleo y, si los feriantes no cambian de idea, no comenzarán a montar hasta que ese proceso esté completo y se replantee la colocación del ferial con el mínimo de cambios posible.

Con la noche cayendo sobre Lugo, las barracas de la parte alta del ferial continuaban todas sin montarse y el tiempo corre en su contra. Quieren cumplir con el plazo marcado por la alcaldesa, para la que no tienen más que palabras de agradecimiento, pero saben que solo disponen del domingo y el lunes por la mañana. Los feriantes subrayan que están muy agradecidos por la oportunidad de montar en Lugo y quieren que las fiestas sean un éxito, pero la celeridad de todo el proceso lo ha complicado todo. Es el último capítulo de un serial que quién sabe si deparará nuevos giros.