La A-56, la autovía para unir Francia y Portugal

César García Cordovilla LUGO

LUGO

Mapa con las autovías que podrían enlazar los puertos para pasar por la A-56 de Lugo a Ourense
Mapa con las autovías que podrían enlazar los puertos para pasar por la A-56 de Lugo a Ourense CEDIDA

Construir la vía entre Lugo y Ourense permitiría crear un corredor rápido y sin peajes

09 oct 2021 . Actualizado a las 18:00 h.

La construcción de la A-56 supone la conexión por autovía entre Lugo y Ourense, las dos únicas capitales gallegas de provincia limítrofes que carecen de ella. En la actualidad, el trayecto son 94 kilómetros por carretera convencional, la N-540, con un tiempo de recorrido de 1 hora y 30 minutos, con la posibilidad de usar un tramo de 24 km. por la A-54 entre Lugo y Guntín y el resto, 70 km. por la N-540 hasta Ourense.

El trazado de la A-56 se inicia en un enlace con la autovía A-54 próximo a Guntín, continúa por Taboada, Chantada, A Barrela, Cambeo, hasta Ourense, en una longitud de 62 km. aproximadamente. Lo que sumado a los 24 km. entre Lugo y Guntín por la A-54, resultaría una distancia de 86 km. de entre Lugo y Ourense.

El proyecto completo se divide en siete parciales: Guntín-Narón (7,6 km.), Narón-Taboada (12 km.), Taboada-Chantada (9 km.), Chantada-A Barrela (10,3 km.), A Barrela-San Martiño (8,8 km.), San Martiño-Cambeo (9,18 km.), Cambeo-Ourense (5 km.), más las variantes de Ourense. En la actualidad únicamente está ejecutado el tramo A Barrela-San Martiño, también se han adjudicado obras de un tramo de 1,7 km de la variante norte de Ourense.

Al examinar el tráfico en la N-540, generado entre Lugo y Ourense, en el año 2019, los datos varían entre una IMD de 7.815 vehículos/día en Esperante, 4.844 en el cruce de Guntín, 2.919 en Taboada, 3.549 en Chantada y 4.360 en Cambeo, antes del cruce con la carretera N-525. Lo que significa un tráfico variable de marcado carácter local.

También se concluye que el tráfico de paso, de larga distancia, ha optado por elegir otros itinerarios con una mayor distancia de recorrido, pero más cómodos para circular, como puede ser el corredor CG 2.2 Lugo-Monforte y la N-120, por Os Peares (sobre este trayecto se han verificado, IMDs entre 5.812 y 4.698 vehículos/día). La disminución de tráfico en la N-540 se ha profundizado aún más últimamente debido al pésimo estado en el firme de la carretera.

Si se analiza estrictamente lo anterior no se justificaría por sí misma la ejecución de una autovía. Últimamente ha surgido alguna propuesta de ir en algún tramo de la A-56, a un diseño de carretera 2+1, con la finalidad de reducir los costes monetarios de la inversión.

Sin embargo la construcción de la A-56, entre Lugo y Ourense, no debe contemplarse exclusivamente como una conexión sin más entre estas dos poblaciones. Es necesario incluir el proyecto en un ámbito global más amplio, considerándolo como un tramo que conformaría parte de un itinerario completo por autovía, desde el sur de Francia y resto de Europa, (Irún) hasta el sur de Galicia y norte de Portugal, a través del interior de las provincias de Lugo y Ourense, fundamental para el estímulo del transporte por carretera en dicha zona y en consecuencia la mejora de su economía competitiva.

Este itinerario comprendería toda la autovía A-8 desde Irún, a lo largo de País Vasco, Cantabria, Asturias y la provincia de Lugo, hasta Baamonde (591 km.), para seguir por la A-6, hasta Lugo-Nadela (30 km.) y continuar por la A-54, hasta el enlace de Guntín (24 km.). Seguiría por la futura autovía A-56, 62 km. hasta Ourense, a enlazar con la A-52 hasta Porriño (79 km.) y Vigo (97 km.). Para coger por la A-55 hasta llegar a Tui y Portugal (17 km.). Así mismo desde la A-52 se tomarían otros accesos con el norte de Portugal.

Reseñando algunas distancias sobre el recorrido se tendría: Irún-Ourense-Vigo, 806 km.; Irún-Ourense-Tui, 803 km.; Bilbao-Ourense-Tui, 691 km. (distancia inferior a la alternativa por la autovía que une Santander con la Meseta, la A-67, y luego cogiendo A-52 en Benavente, lo que serían 720 km.); Santander-Tui, 599 km.; Gijón-Tui, 428 km. Distancias todas ellas más reducidas y sin peaje, competitivas con los itinerarios actuales, lo que implica captación de tráficos, atraídos a favor del nuevo recorrido. Así mismo con este itinerario se abre potencialmente la posibilidad de conexión directa por autovía, desde los puertos de la fachada del cantábrico, con el sur de Galicia y Portugal.

Los puertos de Galicia

Otros trayectos que surgen al ejecutar la A-56, abarcando un ámbito territorial más amplio, serían desde Ferrol (AG-64, por Vilalba, 54 km.), A-8 (hasta Baamonde, 17 km.), A-6, A-54, A-56, A-52, A-55; y desde A Coruña (A-6, A-54, A-56, A-52, A-55), a Ourense, Vigo y Norte de Portugal, con distancias Ferrol-Tui, aproximadamente 283 km. y A Coruña-Tui, 270 km.; lo que supone alternativas a la AP-9 discurriendo por el interior.

Enlaces a tener en cuenta desde la A-56 serían por la N-640 hacia Monterroso, Antas de Ulla, A Golada y Lalín, a empalmar con la AP-53, hacia Santiago y continuar por Silleda, A Estrada, Cuntis y Caldas de Reis. (Sería interesante considerar la mejora sustancial de la N-640). También señalar la conexión con la CG-21-22 y la PO-533, hacia Monforte y hacia Chantada y Lalín. La ejecución de la A-56, supone el remate de una red de transporte por autovía, básica para la estructuración de la Galicia interior y para la vertebración de Galicia.