Comenzó la liga con prisas. Euroligas y Ventanas FIBA obligan. Hay que rascar fechas que son necesarias para que los grandes puedan pasearse por los mejores pabellones de Europa. Los modestos, cuando y donde les toque. ¡Menuda maratón se ha pegado el Breogán en una semana! Y encima, con qué horarios. Comenzaron jugando a la hora de irse a la cama, y menos de 48 horas más tarde, en el Palau, a la hora del café.
Se recupera la normalidad este domingo, al mediodía, en el Pazo. Con una semana de por medio para ponerse a tono y recuperar la tranquilidad, después del gran inicio de los celestes: dos victorias y un juego excelente. No conozco a nadie que imaginase este resultado después de tres partidos (¡y ante qué rivales!).
Los amantes de anticipar resultados ya dan por cierta la victoria ante un Real Betis que acaba de perder en San Pablo por la friolera de 47 puntos. Pues bien: ese caótico Betis de hace unos días, recordemos que ya venció al Morabanc Andorra, aunque se puede argumentar que ha encajado 292 puntos en tres partidos. Una auténtica barbaridad, claro. Aún así, ningún dato va a meter las canastas que necesitará el Breogán. Al contrario, a todos los componentes del Betis les tocará reivindicarse, y querrán que Lugo sea escenario de esa primera remontada.
Mirando su plantilla, se encuentra uno con nombres conocidos: Bertans, tres años en Bilbao, con un rendimiento excelente. Todorovic, la eterna promesa balcánica que regresa a la ACB después de un año fuera. Pepe Pozas, un mítico. Burjanadze, también muchos años en nuestras ligas, con aquella aparición estelar en A Coruña. Para todos ellos, y no digamos para Joan Plaza, es una semana muy dura, y el Pazo es el clavo al que pueden asirse para borrar el horror vivido en la jornada anterior.
Aquí, en cambio, todo es euforia y felicidad. Se han conseguido dos victorias, y se está jugando un baloncesto extraordinario. No creo en el tópico de 'si te lo crees, te relajas'. Solo digo que es un momento feliz, y que hay que disfrutarlo, como el aumento del número de espectadores permitidos, con el que el Pazo volverá a ser una olla a presión. La presentación del equipo puede ser apoteósica.
La victoria es, sin duda, el gran objetivo. Pero también lo es mantener las señas de identidad que se exhibieron en las tres jornadas precedentes: un buen ritmo, una gran defensa y mucho orden, vaya como vaya el partido.
El Pazo tirará del equipo, como lo hace siempre, y yo no soy capaz de pensar en ninguna razón para que el equipo se desvíe de la trayectoria deseada.