La lluvia de millones para expropiar y demoler las casas pegadas a la Muralla de Lugo

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO

Una vez que el Estado decretó hace 50 años las expropiaciones vino la fase de las ofertas a los propietarios

12 sep 2021 . Actualizado a las 20:24 h.

El decreto del Gobierno publicado en el BOE del 16 de agosto de hace 50 años que declaraba de urgencia la ocupación de todas las edificaciones pegadas al exterior de la Muralla fue la base legal para acelerar el proceso de derribo y que no apareciesen problemas a la hora de su ejecución. Como explica el historiador Adolfo de Abel Vilela en su libro «A muralla romana de Lugo» (2011), «con este decreto tense aberto o camiño legal para comezar as actuacións».

Entre octubre y noviembre de 1971 se redactaron las actas de ocupación de las 81 viviendas que iban a ser derribadas, para en diciembre determinar las indemnizaciones, procediéndose a las ofertas a los dueños.

Como explica Abel Vilela el proceso de pago de las expropiaciones no fue sencillo ni hubo acuerdos rápidos entre Administración y la mayoría de los propietarios. No todas las ofertas fueron aceptadas inicialmente y en abril de 1973 aún había dueños disconformes, siendo las últimas expropiaciones pagadas a cinco propietarios el 5 de septiembre de 1973.

Todo este largo proceso de pago justo de los terrenos no significa que las obras de derribo de las casas estuviesen paralizadas. Desde que se firmó el decreto de expropiación hace 50 años y hasta el 26 de junio de 1972, los propietarios e inquilinos tuvieron de plazo para desalojar sus pertenencias ya que la demolición era inminente.

Abel Vilela desgrana en su estudio —con un excelente apéndice donde explicita la cantidad de dinero que recibió cada uno de los propietarios expropiados— las grandes cifras y costes que supuso toda la operación denominada en su momento Muralla Limpia. Las expropiaciones le costaron al Estado algo más de 197 millones de pesetas, a lo que hay que sumar los 9 millones que supuso hacer frente a la demolición de las viviendas, los 17 millones de pesetas que costó la reparación de 14 cubos dañados por las edificaciones pegadas, los 21 millones en restauraciones, y casi millón para la limpieza de la vegetación de la Muralla.

Toda esta operación supuso un cambio de imagen para el muro romano, que aún tendría en las siguientes décadas más intervenciones (retirada de cableado, excavaciones arqueológicas, consolidación de muros que se cayeron), pero que al menos llegaba lucido para los actos del Bimilenario de la ciudad, en 1976; además de que la reforma de la Muralla abría ante los lucenses una percepción de que estaban ante un monumento singular y por el que sentirse orgulloso.

Las grandes cifras de la operación Muralla Limpia

 DATO PESETAS
Expropiaciones 197.497.224
Restauración de 14 cubos 17.013.445 
Restauraciones 21.854.185
Demolición de casas  9.072.960

Limpieza de vegetación 

965.000
Dato cifra
Viviendas 81 y dos alpendes
Propietarios 191
Espacio casas ocupadas 8.114 metros cuadrados
Muralla afectada 1.037 metros
Restaurar paramentos 7.500 metros cuadrados
Liberación de espacio 14.144 metros cuadrados