La tensión entre Rubén Arroxo y Jesús Vázquez: de las líneas de bus a las cacicadas y los reproches personales

LA VOZ LUGO

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Rubén Arroxo, teniente de alcalde de Lugo
Rubén Arroxo, teniente de alcalde de Lugo ALBERTO LÓPEZ

El conflicto sigue entre vecinos y nacionalista y, parece ser, todavía dará que hablar durante unos cuantos días más

21 ago 2021 . Actualizado a las 20:16 h.

Continúa la polémica entre las federaciones vecinales y el teniente de alcaldesa de Lugo, Rubén Arroxo. El primer enfrentamiento fue el del presidente de la Asociación de Vecinos Lucus Augusti de Lugo, Jesús Vázquez, y el nacionalista: el primero reprochaba al segundo que tardase meses en concertar una reunión con la entidad.

Las reacciones no tardaron en llegar a través de las redes sociales, con Arroxo arrojando frases como que «parece que o autroplocamado representante dos veciños de Lugo representa bastante menos do que pensa». Seguidamente, perfilaba que «esta cidade ten moitas dinámicas que mudar para poder avanzar, e seguramente algunha delas sexa que persoas que levan toda a vida aí, e con prácticas bastante discutibles, se boten a un lado». El ambiente empezó a caldearse a mediados de esta semana, y es que la contestación del teniente de alcaldesa levantó una ola de reacciones de las distintas asociaciones vecinales de la ciudad, que no dudaron en exigir su dimisión. La entidad Porta de Lugo defiende que Arroxo «no asume su desastrosa gestión del bus urbano» y le pidió a través de una carta que se «baje del pedestal», recriminándole actitudes como «prepotencia, mala educación y desprecio de los ciudadanos de Lugo».

Las reacciones

A más reacciones vecinales, más contestaciones de Arroxo a través de sus redes sociales. Este viernes escribió lo siguiente: «Ao principio do mandato (2019) o señor que se autoproclamou representante dos veciños solicitounos unha reunión co grupo do BNG e tívoa. Nesa reunión esixiunos poder decidir dun porcentaxe do orzamento das áreas que xestionamos. A nosa cara era un poema, obviamente, e dixémoslle que el que fixera toda canta proposta quixera e teriámola en conta sempre que fose viable, igual que co resto dos veciños (...). Pero non lle valeu, e insistiu en que se queríamos ter boa relación, entendamos por onde ían os tiros, tiñamos que aceptar esa esixencia. Evidentemente a nós iso de que unha única persoa, que non foi votada, decida sobre parte do orzamento do concello, e o resto de veciñanza de Lugo non, só tería un termo, que todos sabemos cal é, e non é precisamente bonito. E por non aceptar aquilo, con moita honra, temos este ataque diario cos bulos, ameazas e insultos (...)», dice Rubén Arroxo.

Por el momento, la tensión sigue entre vecinos y nacionalista y, parece ser, todavía dará que hablar durante unos cuantos días más.