El entrenador del Real Oviedo, José Ángel Ziganda, analizó el partido de mañana ante el CD Lugo. Hizo referencia al enfrentamiento de ambas escuadras en el trofeo Enma Cuervo, pero al igual que su homólogo, Rubén Albés, tiene claro que será diferente. «Desde que salió el calendario pusimos el foco en el Lugo. Espero un partido trabajado y cerrado, con la tensión del resultado y el nerviosismo en acciones puntuales que no tiene un amistoso. Además tenemos ese gusanillo especial de que vuelva nuestra gente», indicó.
Para este envite, el técnico contará con las ausencias de Grippo y Simone -lesionados- y Sangalli -sancionado-. El resto de futbolistas de la plantilla sí estarán disponibles para Ziganda.
El equipo, afirmó el técnico oviedista, «llega bien, con el contratiempo de Simone, que no podrá estar. El resto están en condiciones, aunque los que se han incorporado recientemente no participarán. Estamos animados, con el foco puesto en el Lugo. Con ganas de empezar», añadió.
Lo que más ilusión supone para el entrenador es el regreso de los aficionados oviedistas al Carlos Tartiere. «Será muy emocionante. Un gusanillo especial poder escuchar al público, el ruido en el entorno que hace el fútbol. Es espectacular», concluyó.