Luis Piedrahita: «La comedia existe porque la vida es una tragedia»

Paula Currás / L.L. LUGO/LA VOZ

LUGO

DIEGO_MARTINEZ

El espectáculo que ofrecerá este sábado a las 21.00, en la Praza de Santa Mariña, pondrá fin a la segunda edición del «Sarria Sorrí»

13 ago 2021 . Actualizado a las 13:22 h.

Humorista, mago, cineasta o escritor, son algunos de los términos que se nos vienen a la mente cuando pensamos en el polifacético Luis Piedrahita, el hombre al que nunca sobran las palabras. Sin embargo, y aunque resulta difícil resumir su ya larga trayectoria en el teatro y la televisión, eso es lo que intentará hacer este sábado en Sarria, donde presentará una recopilación de lo mejor y «lo peor» de su trabajo (puedes comprar las entradas aquí).Su actuación cerrará así la segunda edición del «Sarria Sorrí», el ciclo de humor por el que en las últimas semanas ya pasaron monologuistas como Xosé A. Touriñán, David Amor, JJ Vaquero o Álex Clavero.

—Para quien nunca haya asistido a un espectáculo suyo, ¿De qué va eso de la stand-up comedy?

— Stand-up Comedy es una recopilación de mis mejores monólogos... y alguno de los peores. Se trata de un show de humor pensado para hacer en verano, al aire libre y sin las solemnidades de los grandes teatros en los que suelo actuar. Por unos instantes dejaré a un lado el frac que utilizo en el Carnagie Hall de Nueva York, apartaré los formalismos que exigen en Royal Albert Hall de Londres y me olvidaré del tutú que me obligan a llevar cuando actúo en el Bolshoi de Moscú. Aquí, “na terriña”, estoy entre amigos y puedo permitirme ser yo mismo.

—¿Hacer humor de lo cotidiano lleva implícita una filosofía de vida que intenta restar importancia a los problemas?

— De ninguna manera. La comedia, cualquier tipo de comedia, existe sólo porque la vida es una tragedia. Todos conocemos el final de la historia, ese inevitable y, si queremos aguantar, hay que hacer algo. Para eso sirve el humor, para hacer la vida soportable. El humor no arregla los problemas: no hace que las heridas cicatricen o que los huesos rotos se suelden. El humor tampoco hace que vuelva la persona amada ni que la hipoteca se pague sola. Pero el humor hace que todo eso sea llevadero. La mejor manera de entenderlo es pensar en el humor como el sistema de amortiguadores de un coche: si no lo tienes, cada una de las piedras del camino se van a tornar una molestia. El humor existe porque existen las piedras del camino. El humor existe porque existen los problemas.

— En este espectáculo hace una recopilación de sus mejores textos. ¿Se fía de su criterio para decidir cuales son o pide consejo para hacerlo?

— No me fío de mi criterio ni para combinar la ropa. La decisión del contenido ha sido realizada bajo el riguroso criterio de amigos hasta arriba de cerveza y un pulpo adivino que nos dice cuáles son los temas que van a triunfar.

—La presentación de su show dice que «sale en defensa de todos esos pequeños seres a los que no se trata con el respeto que se merecen». ¿Cuáles son esos seres para usted?

—La belleza de lo cotidiano, lo doméstico, lo de todos los días. En la metáfora de las cosas pequeñas hay una excusa maravillosa para hablar de los grandes temas. Piensa que si uno dice que va a hablar de los grandes temas y, acto seguido, habla de los grandes temas, poca sorpresa va a conseguir. El humor ha de ser sorpresa intelectual. Empezar hablando de los agujeros en los bolsillos y acabar hablando de la ausencia. Por ahí puede haber algo inesperado.

— Le apasiona jugar con el lenguaje y crear términos que definan situaciones a las que nunca habíamos sabido como referirnos. Pero, ¿cree en la magia de lo inexplicable?

— En este momento tanto el humor como la magia son imprescindibles. Necesitamos reír más que nunca y más que nunca necesitamos creer en que nada es imposible. Necesitamos reinventar la alegría. Necesitamos encontrar la palabra que dé nombre a lo que sentimos.

—¿Con qué palabra le gustaría que definiese su show una persona que lo acaba de ver en el teatro?

— El objetivo de este show es que la gente se ría, que se rían mucho y lo recuerden al día siguiente. Así que una buena palabra sería: risaca, que es esa especie de dolor muscular que queda en el abdomen y en toda la cara después de haber reído mucho la noche anterior.

—¿Ha limitado la pandemia su capacidad humorística o le ha impulsado a seguir creando?

— A nivel personal fue muy duro. No sólo para mí, creo que para mucha gente el confinamiento ha sido devastador. Han sido días tristes, como el instagram de un registrador de la propiedad. En mi caso, un día y sin avisar, me invadió una sensación tremenda de inutilidad personal. Los sanitarios estaban dándolo todo, el personal de reparto y suministro dejándose la piel y yo en casa sin poder hacer nada. Entonces mi chica tuvo una idea preciosa. Ella pensó en todos los papás y mamás que estaban confinados en sus casas con niñas y niños pequeños. Pensó que a esas personas les vendría bien un poco de ayuda para entretener a sus pequeñas bestezuelas. Entonces surgió la idea de hacer unos tutoriales de magia para ellos en redes sociales. Hice 25 videos en los que se explicaban 25 trucos sencillos que cualquiera podía hacer utilizando materiales que todos tenemos en casa. Los colgué en mi facebook, instagram y twitter. La respuesta fue emocionantísima y llegaron cientos de mensajes de agradecimiento de todas partes del mundo. Está claro, la mejor manera de ayudarse a uno mismo es ayudar a los demás.

—¿Cuál es el proyecto que más le ilusiona ahora mismo?

— Te lo cuento pero aún no está listo. Es casi una exclusiva. La cosa es que llevo más de un año y medio preparando un curso de magia online para todos aquellos que quieran iniciarse en la magia con cartas. Se trata de un curso para empezar de cero y acabar haciendo 20 trucos de cartas realmente buenos. Algunos de ellos los he hecho en televisión ante estrellas internacionales. Sin habilidad. Llevo trabajando en ello desde el confinamiento y estará listo en septiembre.Toda la información estará en www.luispiedrahita.com