Así se gestó el vídeo en la cárcel de Monterroso: un líder, internos muy conflictivos y una máquina de tatuar casera

PAULA ARROJO / M.G. LUGO / LA VOZ

LUGO

Los internos que aparecen en las grabaciones han sido identificados, se les han intervenido los objetos prohibidos y se les ha abierto un expediente disciplinario

12 ago 2021 . Actualizado a las 10:52 h.

«Es paradójico que el interno que trata de no estar controlado reclame control». Estas son las declaraciones del director del Centro Penitenciario de Monterroso, Antonio Rivera, después de que el pasado domingo uno de los internos publicase dos vídeos en Facebook en los que se mostraban objetos prohibidos. En una de estas grabaciones, un grupo de al menos ocho reclusos, de los más conflictivos de la prisión, aparecen consumiendo varias pastillas mezcladas con un refresco. En la otra, uno de los internos tatúa a otro compañero con una máquina de fabricación casera, mientras que el propio autor del vídeo critica la presunta ausencia de funcionarios en la sala en la que se encuentran y la supuesta inexistencia de talleres ocupacionales en su módulo.

Desde la propia prisión afirman que el «cóctel» elaborado por el grupo de internos no contenía ningún tipo de droga, sino que dichas pastillas forman parte de su medicación habitual, recetada por los equipos médicos del centro. «En este módulo se administran dos tipos de medicación. Una de ellas se toma bajo supervisión médica directa, porque puede contener psicotrópicos. Sin embargo, en el caso del segundo tipo, que es la que consumen en el vídeo, está destinada a tratar patologías leves y la responsabilidad de tomarla reside en el propio interno. De hecho, ninguno de ellos ha dado muestras estos días de haber consumido ninguna otra sustancia», detalla Rivera.

Una máquina de tatuar casera

En cuanto a la máquina artesanal de tatuajes, una fuente interna de la prisión afirma que «las fabrican con piezas de transistor, que contienen una especie de imán capaz de generar unos movimientos oscilantes, los cuales aprovechan para agujerear la piel». Asimismo, el director del centro penitenciario incide en la importancia de requisar este tipo de artilugios ya que «suponen un riesgo para la salud de los internos, que pueden contraer alguna infección por utilizar todos la misma aguja».

los desencadenantes

En cuanto a los motivos que impulsaron a los reclusos a grabar y difundir estos vídeos, fuentes internas del centro penitenciario afirman que fue «un mero acto de notoriedad» llevado a cabo para «llamar la atención de su círculo de amistades de fuera de la prisión»; mientras, Rivera resalta lo contradictorio de la situación: «Dentro de un módulo con cinco o seis salas, como es el caso, la seguridad estática está asegurada, pero no puedo tener a un funcionario vigilando en cada una de ellas. Si quieren hacer algo que vaya contra las bases del centro penitenciario, van a buscar el lugar más resguardado. En este caso, se encontraban en la sala de la televisión, donde no hay cámaras por una cuestión de infraestructura, ya que el edificio es bastante antiguo y por ahora no hemos podido instalar una red de vigilancia en todas las dependencias».

No participan en los talleres

El director de la prisión de Monterroso niega que las afirmaciones sobre los talleres ocupacionales tengan alguna base: «Es un módulo donde están los internos más conflictivos, que están en segundo grado, pero cuyo comportamiento es a veces contrario a intervenir en las actividades del propio centro. Aquí no forzamos a nadie a participar en ninguno de los talleres, les animamos para que intervengan, pero si no quieren, tampoco deberían quejarse». Además, añade que «las personas que están aquí no están por voluntad propia, por tanto no van a tender a hablar bien del centro, sino que van a buscar alguna disculpa para descargar hacia la propia administración».

Desde Instituciones Penitenciarias afirman que ya han abierto una investigación para esclarecer los hechos: «Todos los internos que aparecen en las grabaciones han sido identificados, se les han intervenido los objetos prohibidos y se les ha abierto un expediente disciplinario». En cuanto a las medidas sancionadoras, Rivera afirma que «el interno que grabó el vídeo tendrá más responsabilidad que los que intervinieron en él», pero descarta redistribuir a los reclusos en diferentes módulos para evitar que se repitan sucesos como el de ayer: «Los hechos que realizaron, de cara a la seguridad del centro, no son tan importantes. El principal problema es que las grabaciones difundidas afectan tanto a la seguridad del centro penitenciario como a la de los propios internos, que tienen derecho a la protección de su propia imagen».

numerosos móviles incautados

Los hechos acontecidos en el Centro Penitenciario de Monterroso han reabierto el debate sobre la presencia de los móviles en prisión. Fuentes internas de la cárcel catalogan como «alarmante» la cantidad de móviles que se han incautado en los últimos años en las prisiones españolas: «Los móviles son un problema en todos los centros penitenciarios. La mayor parte proceden de las salidas de los internos y de las visitas de sus familiares, pero incluso hay quienes los compran por 10 o 15 euros en AliExpress. Muchas veces llegan en paquetitos pequeños y aunque pasen los filtros debidos, es muy fácil que consigan colarlos». Además, añaden que «muchas veces los errores se deben a la falta de personal, que cada vez es mayor en las prisiones de toda España. Es imposible que un funcionario sea capaz de estar en todos lados al mismo tiempo».