José Luis Castrillón, el artífice de este sistema, garantiza que su creación «puede matar al coronavirus»
29 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.José Luis Castrillón, un jubilado lucense de 68 años reconvertido en inventor, presentó ayer una máquina capaz de limpiar el aire de componentes nocivos para la salud de las personas, el sistema AKC-7. Durante el acto, Castrillón explicó el funcionamiento de su creación e incidió en la capacidad del sistema para «hacer desaparecer tanto el CO2 como cualquier tipo de carga vírica presente en el aire de una habitación».
La presentación tuvo lugar en las dependencias del Centro de Empresas e Innovación (CEI-NODUS) de Lugo y al que asistieron la edil de Desenvolvemento Local e Emprego, Ana González Abelleira, así como diversos representantes políticos y de empresas interesadas en el sistema. También intervinieron en la presentación Juan Carlos García, director del departamento comercial del proyecto, y Alfredo Río, encargado del área de publicidad y márketing.
El sistema AKC-7 está pensado para instalarse en aquellos lugares donde el aire presente un exceso de sustancias tóxicas para la salud como, por ejemplo, hospitales, residencias de ancianos, restaurantes, centros comerciales... El funcionamiento de la máquina, una vez instalada, consistiría en absorber el aire contaminado de la habitación, transportarlo por cuatro módulos para facilitar su total desinfección y, finalmente, expulsar el aire limpio al exterior.
La idea de construir esta máquina lleva gestándose año y medio, desde la aparición del covid-19. Según explica Juan Carlos García, mano derecha de Castrillón en la construcción del sistema: «A día de hoy, la mala ventilación de la mayor parte de los espacios nos impide respirar bien, debido a la elevada concentración del CO2 y de otras sustancias perjudiciales para la salud, que además es la causante del cansancio constante y de numerosas enfermedades respiratorias como, por ejemplo, el asma». Además, en lo referente a la situación sanitaria actual, García incidió en «la importancia del sistema como alternativa al impacto psicológico y económico de las restricciones impuestas a la hostelería y a otros sectores para frenar los contagios por coronavirus».