Tomar Granada: primera oportunidad

Ricardo Hevia LUGO

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

13 jun 2021 . Actualizado a las 18:54 h.

Después de casi nueve meses de una competición excesivamente larga, todo sea dicho, tediosa muchas veces, pero con unas eliminatorias en postemporada muy angustiosas, con el Breogán exigido al límite por sus rivales, con partidos agónicos y sustos descomunales —como la torcedura de tobillo de Kevin Larsen—, nuestro Breogán afronta ahora el último obstáculo que le separada de lo que siempre ha sido su sueño: llegar y estabilizarse en esa añorada Liga ACB.

No sabemos si el equipo llega en su mejor momento, pero quizas no sea lo más importante. Llegan dos equipos fatigados, cargados de minutos, exprimidos mental y físicamente, a jugarse la temporada en una semana, en la que se jugarán el ascenso y un año entero de trabajo. Cuando fallen las fuerzas, lo cual sucederá, cuando tiemble el pulso por la presión, lo cual también sucederá, habrá que echar mano del temple, de la garra, y habrá que ser valiente y no flaquear cuando más queman los balones.

Perdiendo en casa el primer partido de las semifinales, Granada parecía desahuciado, pero fue capaz de lograr algo muy complicado: vencer dos veces al Leyma, y una de ellas en Coruña, uno de los pabellones más difíciles de toda la categoría. Es un equipo de aguerrido y con agallas. No presenta grandes diferencias con respecto a la liga rgular. Continúa siendo un equipo de rotación corta, con jugadores que acumulan muchos minutos. No les gusta mucho correr la cancha al contraataque, y prefieres que el balón pase siempre por las manos de Luis Costa, que es el jefe. A su lado, para darle una buena rotación, está Christian Díaz, quienes además comparten muchos minutos en cancha. De un buen día de Thomas Bropleh depende mucho el resultado. Que le pregunten al Básquet Coruña quienes no lo crean. Con sus ausencias, Alex Murphy es otro jugador muy peligroso, y más aún si se abre y está acertado desde la línea de tres puntos. La recuperación de Bamba Fall y sus dos metros y quince centímetros han sido otra estupenda noticia para los andaluces. Frente al Leyma, anotó dos canastas clave al final, totalmente decisivas.

A todo eso, a una cancha difícil y a una afición que también sabe lo que es empujar, se enfrenta el Breogán este sábado. Si hay tercer partido, no tendrá el paraguas del Pazo, que tanto le ha ayudado, pero tampoco debe preocuparse por los antecedentes. El contador está a cero. El pasado reciente no tendrá ninguna incidencia. Todo queda en las manos y el corazón de los jugadores.