Incluye una zona de paso en la bajocubierta que da a la Praza Pío XII, revestir el muro de mampostería de Clérigos y puede que abrir una puerta románica
29 may 2021 . Actualizado a las 20:11 h.La Xunta de Galicia destinará 650.000 euros a rehabilitar y poner en valor el claustro de la Catedral de Lugo. El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, visitó este sábado el templo para presentar un proyecto con el que se pretende resolver las patologías que afectan al espacio, consecuencia del paso del tiempo y de los factores ambientales.
La previsión de la administración autonómica es licitar las obras, encuadradas en el Plan Catedrais, el próximo mes y los trabajos tendrán un plazo de ejecución de medio año, por lo que estarán listos para el 2022.
Las intervenciones que se llevarán a cabo podrían dividirse en varios conceptos. Por un lado se intervendrá para conservar y prevenir un mayor deterioro del claustro barroco, obra de Fernando de Casas en el siglo XVIII, que presenta diversas lesiones, tal y como explicó el arquitecto del proyecto, José María Alonso Montero. Hay zonas en las que se ha perdido masa en la piedra, otras amenazadas por la vegetación, restauraciones mal hechas, arenización...
«Vamos a eliminar todo lo que está mal y luego restaurar y conservar», señaló el arquitecto
Para proteger la piedra de la potente cornisa del claustro y de la balaustrada se ubicarán protecciones. En las primeras se utilizará chapa de zinc y en la segunda, de plomo. Eligieron estos materiales porque no se funden con la piedra y se pueden quitar con facilidad cuando se estropeen.
Más allá de esa restauración, las obras incluirán trabajos que son más «problemáticos» y que han suscitado debate. En la cara que da a la plaza de Pío XII, el plan director de la rehabilitación contempla adecentar entre la bóveda y la cubierta una zona de acceso (ya existente) visitable que permitirá caminar y comprobar si aparecen humedades. En un sector habría que acceder agachado, porque no hay mucha altura, pero en otro se podría ir de pie.
Obras controvertidas
La otra intervención que generó debate a la hora de diseñar el proyecto fue la que afecta al muro que da a la calle Clérigos, y que es de mampostería. La intención es preservarlo enfoscando toda la pared con mortero. Esto supondría alterar la imagen clásica del muro, pero los técnicos creen que es la mejor forma de conservarlo, dado que ya detectaron que los rebordes de las piedras se están limando y en las llagas desaparece el mortero. «Va contra la imagen habitual del muro de mampostería y puede levantar críticas. Ya pasó en una iglesia de Monforte, pero eso permite conservar un monumento que se está deteriorando», argumentó el arquitecto.
En este sentido, la intención de la Xunta es explicar detenidamente a los colectivos en qué consistirán los trabajos para que la gente entienda la necesidad de realizar esta intervención y proteger así el patrimonio.
La otra gran cuestión incluida en el plan director afecta a la cara norte del claustro. Allí se detectó una puerta románica integrada en el lienzo barroco que habrá que decidir si se abre o si no. «Queremos abrirla para investigar», dijo el arquitecto, «y por la necesidad del planteamiento museístico de la catedral». Y es que de abrirse, esto permitiría ordenar mejor el flujo de turistas, de manera que no interfiriesen con los fieles que acuden a orar. La clave ahora es decidir si merece la pena intervenir la parte barroca para sacar a la luz la románica.
Huesos localizados en las catas arqueológicas previas aún siguen allí
La presentación del proyecto de conservación y puesta en valor del claustro forma parte del Plan Catedrais que la Xunta ha diseñado de aquí al 2027 para poner en valor los grandes templos de la comunidad. Durante la presentación en Lugo el conselleiro, Román Rodríguez, subrayó la necesidad de mimar las catedrales gallegas y apuntó que en el caso de la de Lugo la rehabilitación permitirá «revalorizar un dos inmobles máis senlleiros da cidade e unha das xoias do Camiño Primitivo». En ese sentido, el obispo, Alfonso Carrasco Rouco, se mostró agradecido por la implicación de la Xunta, expresada en el Plan Catedrais.
Las catas arqueológicas
Antes de diseñar el proyecto de rehabilitación del claustro, la Xunta realizó tres catas arqueológicas en el lugar para evaluar el sistema constructivo. Los sondeos sacaron a la luz restos arqueológicos de diferentes etapas históricas que van desde tiempos romanos hasta la actualidad. Se localizaron muros y una necrópolis de tumbas rectangulares y lajas de losa.
Entre los restos óseos localizados se encontraban los de individuos que vivieron entre los siglos XI y el XII, en plena Edad Media. Una parte de esos huesos se investigaron, y otros todavía se pueden ver en el claustro.
