Un buen inicio de serie ensombrecido por la posible lesión de Larsen

Ricardo Hevia EN ZONA

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

23 may 2021 . Actualizado a las 21:03 h.

Se apuntó el Breogán la victoria en el primer partido de la serie. En 50 partidos que estos equipos jueguen con la mismas plantillas, el Breo ganaría 48 por lo menos, salvo que todos se disputen en Mallorca. Por lo tanto, todo transcurrió de acuerdo a la lógica en un choque igualado en el primer tiempo que parecía decidido en el tercero y que tuvo su punto de incertidumbre en el cuarto.

El Palma intentó, como todos, explotar las dificultades del Breogán en el balance defensivo. Trataba de llegar muy rápido y en alguna ocasión, tras un mal tiro y un rebote muy largo, lo hizo con ventaja, pero sí no conseguía esa ventaja sus ataques eran largos y con el objetivo claro de hacer trabajar mucho a Larsen en defensa, obligándole a un movimiento constante. El equipo local, mucho más rápido que en los últimos partidos, especialmente corriendo hacia atrás, iba por delante gracias al rebote, a algún triple y al agujero que dejaban los baleares en la defensa de los cortes del lado débil; un auténtico chollo. La otra colaboración de Palma fue su desastre en el tiro exterior. Aunque con ventaja local (41-34), al descanso se llegó con la sensación de que todo iba a estar muy parejo.

El tercer cuarto fue una fiesta para los celestes. Robos de balón, una defensa agresiva y un buen rebote les permitían correr y además, con un buen movimiento, el balón siempre llegaba a algún tirador liberado. Los isleños contribuían con una bajada de brazos y una pésima defensa, y lo mismo que en la primera parte, el tiro exterior era un tormento. La distancia que le daban a Figueras convertía la defensa local, en la práctica, en un 5 contra 4. Todo cambió en un suspiro. Harrel, inédito, y Kullamae, tras un día negro, tomaron el mando. El Breo estaba en el minuto tonto y rápido la ventaja se redujo a ocho. Arriesgó el Palma con una defensa agresiva buscando el 2 contra 1 al portador del balón. Igual daba perder por 8 que por 20. Hicieron lo que pedía el partido. Al final se llegó con la mala noticia de la lesión de Kevin Larsen.