«Estos jóvenes estuvieron en primera línea, patrullando las calles, realizando controles, acudiendo a todo tipo de requerimientos ciudadanos, realizando todo tipo de servicios, con los mismos turnos que los demás policías de la plantilla, ayudando, colaborando e implicándose de forma entusiasta y sin descanso en todo aquello para lo que eran requeridos», subraya el CSIF, «exponiéndose a ser contagiados por el virus», y «de hecho alguno de ellos resultó infectado».
Sin embargo, lamenta el CSIF, «el Ayuntamiento de Lugo, como agradecimiento a ese esfuerzo y dedicación, les ha negado el derecho a percibir su salario y los ha mantenido, durante meses, con un sueldo inferior a 700 euros, incluso los tres meses de prácticas que han estado desempeñando las funciones propias de cualquier policía». Es más, el sindicato asegura que «Lugo es uno de los escasos ayuntamientos de toda Galicia donde ha sucedido esto».