«Este verano será el definitivo para los lucenses que hayan retrasado sus bodas»

André Siso Zapata
ANDRÉ S. ZAPATA LUGO / LA VOZ

LUGO

Rosa, responsable de Lugodress, con uno de sus vestidos de novia
Rosa, responsable de Lugodress, con uno de sus vestidos de novia Óscar Cela

Los negocios del sector coinciden en que aumentarán las celebraciones

07 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En marzo del año 2020, la irrupción del coronavirus en Europa paralizó las vidas de millones de personas. Este frenazo obligó a los ciudadanos de todo el mundo a realizar un parón en sus vidas y a posponer esos planes que, en ocasiones, llevaban tanto tiempo preparando. Uno de los eventos más importantes de la vida de cualquiera es el día de su boda. Estas celebraciones, salvo en los casos de los más valientes, quedaron en un limbo, en el que los implicados decidieron esperar a la mejora de la situación sanitaria para programar de nuevo la celebración del matrimonio.

El propio Concello de Lugo confirma que las reservas se han disparado en los últimos meses. El pasado enero, solo había ocho enlaces programados en la localidad. Ahora son ya 21, y con expectativas de que sean muchas más conforme pasen las semanas. La prueba irrefutable se puede encontrar en los negocios especializados en este tipo de fiestas. En Lugo son más de una docena las tiendas que se dedican a crear las vestimentas de los protagonistas y de los invitados a las bodas. En una de ellas, «Lugodress», Rosa, la encargada, explica que «a partir de marzo empezamos a notar una reactivación en los pedidos». Ella es de las que creen que este próximo verano supondrá el fin de más de un año de continuas cancelaciones, prórrogas y bodas pospuestas. «El año pasado fue malo, salvo un par de meses en verano en los que tuvimos algún que otro evento, pero estuvimos sobreviviendo más con comuniones que con bodas, la verdad», dice Rosa. «Notamos que la gente ahora nos pide cosas más económicas, más pequeñas, y ya no solo por la limitación de aforos, sino en general», concluye la responsable.

Sara Lage, que tiene una tienda especializada en este tipo de diseño con su mismo nombre, confirma la tendencia alcista de los pedidos: «Temos máis de cen entregas pendentes para este verán en vodas por toda a provincia». La principal dificultad, según ella, es la de «intentar reorganizar as vodas despois de tódolos cambios polos que pasaron moitas parellas». Incluso ya diseñan mascarillas para ir en conjunto con la vestimenta de los invitados.

Montse Arias, también homónima de su negocio de diseño y textil, confirma que ya tiene el mes de julio «totalmente lleno de bodas». Confía en que todas las reservas que ya tiene programadas se mantengan «por fin», y explica que también hay parejas «que parece que se van a esperar más a agosto y septiembre, por la incertidumbre que algunos tienen todavía con qué pasará cuando termine el Estado de Alarma, por ejemplo».

Las bodas al aire libre, de moda

Otro de los puntos que destaca Arias es el del estilo de las celebraciones en el último año. «Antes, a los novios les importaba qué tiempo iba a hacer el día de su boda. Ahora casi te diría que se interesan más por las medidas de higiene y seguridad que haya en el recinto». Así explica la deriva hacia los eventos al aire libre Montse Arias. Tienen 20 bodas programadas para el verano, la mayoría en julio, y en todas ellas «los novios ahora buscan un estilo más personal y menos de catálogo».

Manuela Ares, responsable de una tienda de diseño de Vilalba, se suma a esta opinión, aunque cree que la tendencia de las bodas al aire libre «ya venía algo de atrás». Explica, además, que la mayor diferencia es que «ahora los novios y los invitados reservan los vestidos con mucha menos antelación».

Uno de los modelos de banquete de boda reducido organizados por Guirnalda
Uno de los modelos de banquete de boda reducido organizados por Guirnalda

Ana María Núñez: «Los novios buscan lugares amplios y aireados para el evento»

Los organizadores de eventos son otro sector que ha comprobado de primera mano el aumento de las reservas y programaciones de nuevos enlaces en la provincia de Lugo. En este caso, dos recintos de la ciudad, el Hotel Torre de Núñez y el Guirnalda coinciden en que las cancelaciones y atrasos eran la norma hasta hace pocas semanas, pero que en las últimas semanas la situación parece haberse tornado más esperanzadora.

Ana María Núñez, responsable del primero de los negocios, explica que en ningún momento dejaron de realizar estos eventos desde el año pasado, pero «las medidas anticovid evidentemente mermaron nuestra actividad». Con respecto al verano, cuenta con una relajación de los «enormes movimientos de fechas» de los eventos hasta hace pocas semanas. Confirma, además, que los futuros matrimonios ahora «buscan lugares amplios y aireados» para sus enlaces, como es el caso de su hotel.

Lines Astorgano, la gerente del Guirnalda, también en Lugo, explica que su local acogerá diez bodas desde este mismo mes de mayo hasta el próximo octubre, pero espera que «podamos registrar más durante estas semanas». Destaca, además, que la mayoría de bodas programadas llevan planeadas desde hace tiempo, «incluso algunas desde el 2018», y que se alegra de que «empecemos a anotar bodas nuevas y no solo a reubicar las atrasadas».