Viladonga, ejemplo de que el suelo rústico tiene valor para historiadores

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

LUGO

Alrededor del castro de Viladonga hay una parte de terreno en manos privadas
Alrededor del castro de Viladonga hay una parte de terreno en manos privadas CARLOS CASTRO

La Xunta negocia la compra de terreno situado alrededor del castro

10 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Para qué se quiere un terreno en suelo rústico? ¿Para darle un uso agrícola, para cultivar hierba o maíz que comerá el ganado vacuno, para plantaciones forestales? Vale para todo eso; pero cuando esos usos están condicionados o restringidos, sirve también para que los historiadores trabajen e investiguen. Así ocurre en el castro de Viladonga (Castro de Rei), en donde parte del terreno que rodea la croa tiene esa condición de suelo rústico y está en manos privados. La actividad forestal, por ejemplo, ya no puede realizarse como hace años, en los que las plantaciones limitaron las vistas que permitían a los visitantes contemplar el entorno del conjunto castreño.

El uso que a esas fincas puedan darles los investigadores del patrimonio histórico parece clara, puesto que se trata de terreno en donde no se han realizado excavaciones. De todos modos, la ampliación de la parte pública del castro de Viladonga está más cerca. Los contactos con los dueños de terreno se han realizado, y el Concello de Castro de Rei los ha convocado a alguna reunión, aunque la adquisición será realizada por la Xunta, que es la propietaria del yacimiento. La operación afectará a unas dos hectáreas de terreno, situado en dos zonas: una parte está cerca de la croa y de la entrada principal al castro, y otra, junto a la carretera de acceso al recinto castreño y al Museo de Viladonga.

Las fincas, en manos de varios propietarios, tienen consideración de suelo rústico, y la valoración que se les puede pagar a los dueños está en torno a los 0,60 euros el metro cuadrado. El castro tiene la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC), y algunos usos agropecuarios de esos terrenos están condicionados por esa situación: por ejemplo, hoy sería imposible realizar plantaciones como las de hace años, apunta el alcalde, Francisco Balado. El Concello de Castro de Rei ya aportó a la Xunta datos catastrales de los terrenos.