«Ahora tenemos ingresos de gente más joven e incluso sin patologías»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

ANA VARELA

La jefa de uci del HULA, Ana Ferreiro, explica que los pacientes salen muy afectados psicológicamente

01 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Trabajar en una uci requiere de muchos conocimientos, pero también de mucha humanidad. Y eso lo saben bien los que trabajan en la del HULA, ya acostumbrados a tratar a pacientes con coronavirus en estado grave. El perfil del ingresado ha cambiado desde que empezó la pandemia. Ha bajado la edad de los hospitalizados, pero también la tasa de mortalidad. Los detalles los conoce de primera mano la jefa de la uci del hospital, Ana Ferreiro.

-¿Cómo evolucionaron los ingresos en la uci desde que empezó la pandemia?

-En la primera ola estuvieron ingresados 19 pacientes. Fue la peor por la sorpresa y por el desconocimiento de lo que se nos venía encima. Entonces no había protocolos de manejo ni sabíamos a qué nos enfrentábamos. En la segunda fueron más ingresos, un total de 43, pero mucho más dispersos. Al mismo tiempo no hubo más de seis pacientes con coronavirus en la uci, por lo que se llevó mucho mejor. En la tercera ya llevamos 26, es terrible.

-¿Por qué es terrible?

-Por el volumen de pacientes y por la rapidez de su ingreso. Todo es mucho más brusco. Hubo noches de hospitalizar a tres personas al mismo tiempo, todos demandantes de respirador. A esto se suma el cansancio razonable que aparece tras muchos meses de pandemia.

-¿Hay fatiga pandémica entre los profesionales?

-El personal está cansado, pero nosotros estamos al 100 %, igual que en la primera oleada. Lo estamos dando todo y afrontando con optimismo. A todo se adapta uno y ahora mismo estamos en plena vorágine, en la cresta, pero los ingresos deberían descender en diez días.

-¿Cuál es el perfil del ingresado en uci con covid-19?

-En esta tercera ola están ingresando más pacientes covid e incluso algunos, sin patologías asociadas. Si hablamos de la evolución desde que empezó la pandemia, podemos decir que ha bajado la edad media, que la mayoría son hombres y que la mortalidad es más baja ahora. El más joven aquí tenía 44 años. Obesidad, hipertensión, diabetes e inmunodepresión son los factores de riesgo más asociados.

-¿Cuánta gente ha fallecido en la uci del HULA desde que empezó la pandemia?

-En la primera ola seis; es decir, el 31 % de los 19 que tuvimos. En la segunda, la tasa fue bajísima, perecieron tres de los 46 (4,3 %) y en lo que llevamos de tercera, por el momento no ha fallecido ninguno, aunque este dato no es muy valorable porque aún hay gente ingresada.

-¿Los fumadores salen peor parados?

-Por el momento no tenemos estudios al respecto, pero está claro que todo paciente con patologías respiratorias tiene más posibilidades de ir mal.

-¿Qué secuelas tienen al salir de la uci?

-Tampoco tenemos ningún estudio fiable, pero está claro que la gente está cansada, con mialgias y que psicológicamente queda muy afectada, pero no sé hasta qué punto estos síntomas son orgánicos o dependen de la persona.

-¿Cuál es la estancia media?

-En la primera ola era de 28 días; en la segunda, de 18 y en la tercera aún no tenemos datos fiables, por el momento es de ocho, pero como hay muchos ingresos no es un dato real. La persona que más tiempo pasó aquí fueron de casi tres meses, aproximadamente.

«Los contagios entre el personal de la unidad son mínimos, estamos contentos porque nos hemos protegido bien»

-¿Hay muchos contagios entre el personal de la uci?

-La incidencia es bajísima. Estamos contentos porque nos hemos protegido bien. Ha habido dos enfermeras positivas en la segunda ola pero no tenemos la certeza exacta de que su contagio se produjese en la unidad. En la tercera ola dio positivo otra trabajadora, pero fue por un contacto familiar.

-¿Cuántos profesionales trabajan en la unidad?

-En plantilla somos 12 médicos, 54 enfermeras, 32 auxiliares, 10 celadores y cuatro limpiadoras. Sin embargo, hay refuerzos desde que empezó la pandemia.

-¿Cuántos respiradores hay en la uci?

-Los suficientes. Uno por cama y muchos más en reserva. Realmente no nos falta de nada en cuanto a recursos humanos o materiales.

-¿Cómo se organizan?

-Nosotros llevamos conviviendo con este perfil de pacientes hace ya casi un año. Al principio todo era novedoso, pero ahora el conocimiento, nuestra certeza y la satisfacción que sentimos al ver su buena evolución nos dan mucha seguridad en cuanto a la asistencia del día a día. Tenemos más confianza y menos estrés.

-Además de sanitarios, son personas.

-Nosotros hablamos con los pacientes todos los días, tienen tabletas para hablar con las familias por videoconferencia, además de teléfonos. Además, atendemos a las familias una vez al día largo y tendido. Intentamos que la uci sea lo más humana posible, y por ello también hemos participado en diversas iniciativas del equipo de Humanización Hospitalaria. Aquí, la parte humana es fundamental.

-¿Controlaremos la tercera ola sin un confinamiento total?

-No cabe la menor duda de que la única manera de frenar las olas es limitar los contactos al máximo. Es fundamental apelar a la responsabilidad individual para que el sistema no se desborde. No sé si confinamiento o autoconfinamiento, pero hay que pensar que siguen existiendo los pacientes no covid-19, que también se merecen tener la mejor asistencia posible.