Un cirujano sobre los gorrillas del HULA: «Les daba hasta ropa y me robaron los tapacubos»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

Un gorrilla de los que buscan lugares para aparcar a los usuarios del leiraparking del Hula
Un gorrilla de los que buscan lugares para aparcar a los usuarios del leiraparking del Hula OSCAR CELA

«A mi me conocen y me saludan pero no son fiables», relata el cirujano afectado

17 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Las bajas temperaturas de las últimas semanas han retrasado la llegada de cada mañana de los gorrillas al aparcamiento del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA). Son un grupo de aproximadamente doce hombres que, como dicen viandantes y sanitarios que trabajan en este centro, «son los reyes del recinto». Aunque en los últimos días llegaron más tarde de lo habitual, los incidentes que protagonizan no dejan de aparecer. Es el caso de un cirujano del HULA que explica que les llegó a regalar ropa: «Un día llevaba una caja en el coche y decidí donársela, fue algo no previsto y, aunque nunca les di dinero, opté por darles la caja», explica. Buena fue su sorpresa cuando a finales de diciembre su furgoneta apareció sin los cuatro tapacubos. «Nos están comiendo terreno y no podemos hacer nada. Estoy en quirófano toda la mañana, ese día salí y vi que no tenía las tapas. Esto es algo que no ocurre en ningún otro sitio», explica este cirujano, que está indignado ante la impunidad de los gorrillas frente a los ataques diarios que perpetran contra pacientes y sanitarios.

El profesional tenía su coche aparcado en el leiraparking, donde lo deja a diario. «A mí ya me conocen y hasta me dan los buenos días, pero no son fiables. Me dijeron que no fueron ellos, pero yo no los creo», dice el cirujano, que también comenta que tras ver que a su vehículo le faltaban las piezas llamó a la policía. «Lo dieron por imposible e incluso me dijeron de malas maneras que qué pretendía que hiciesen ellos», comenta. Reponer los tapacubos de su coche le costarán a este cirujano unos 150 euros. «No los repuse porque imagínate que pongo otros y la semana que viene vuelven a desaparecer. Yo sigo dejando allí mi coche porque no podemos echarnos para atrás y dejarles que cojan aún más poder», cuenta el sanitario, que también quiere dejar constancia de que algunos gorrillas son educados «y hasta tienen buenos modales». Sin embargo, «otros que son mayores te contestan hasta mal si no les das dinero».

La tensión con los aparcacoches se sucede desde hace años en el entorno del hospital lucense. «No puedes estar atendiendo a tus pacientes y pensando que cuando salgas puedes estar sin tapacubos, tener la ventanilla rota o incluso el coche rayado», dicen varios sanitarios del HULA. Ellos, junto con los pacientes que sufren a los gorrillas a diario, piden al Concello que actúe y consideran que hay soluciones fáciles, baratas e inmediatas. «Que pongan cuatro cámaras o que haya más seguridad en el recinto del aparcamiento y del leiraparking. No puede ser que la situación sea la misma año tras año», recalca el cirujano.

«Esto no puede seguir ocurriendo. Alguien tendrá que poder hacer algo. Algunos no son agresivos y tienen hasta educación, pero otros piden día tras día cinco euros a la gente mayor que se dirige hacia el hospital y es indignante. En algún momento he tenido que plantarle cara a alguno porque increpaba a personas mayores», cuenta el cirujano. «Cuanto más miedo tengamos peor será, pero esta claro que las administraciones deben tomar medidas de inmediato. Cuanto más tiempo pase más se empoderan y más dinero roban», explica otro sanitario, que recuerda que los gorrillas ganan hasta 80 euros en un día.

Hace unas semanas, una mujer denunció haber sufrido tirones del bolso por parte de uno de los gorrillas del hospital y varios sanitarios reaccionaron contando el acoso diario que sufren. «Vamos a trabajar pensando en que nos tendremos que enfrentar a ellos. Es una presión inasumible, estamos desbordadas e indefensas», relataba una enfermera.

Más de 25 denuncias contra los aparcacoches desde septiembre del año pasado

Desde el mes de septiembre del pasado año 2020, los agentes de la Policía Local de Lugo tramitaron más de 25 denuncias contra los gorrillas del HULA que a su vez conllevan una sanción de entre 100 y 200 euros por incumplir la normativa de circulación. Tal y como explican pacientes y sanitarios, la presencia de los aparcacoches también supone una gran peligrosidad en la carretera que rodea al hospital y sobre la que se sitúan las plazas de aparcamiento.

«Algunos entramos a las ocho de la mañana o antes. En invierno, es de noche. Se tiran a la carretera y ni siquiera los vemos, yo temo poder atropellar a uno cualquier día llegando a mi trabajo. Y si hay una desgracia, aún por encima la culpa será mía y tendré que asumir las consecuencias», comenta otro médico del hospital, que puntualiza que la presencia de los gorrillas es habitual en otros centros sanitarios de Galicia pero que, en ningún caso, «la situación se ha desmadrado tanto como en Lugo».