La culpa del botellón

Luis Latorre, presidente de Lugo Monumental

LUGO

04 ene 2021 . Actualizado a las 21:47 h.

Hace tiempo un amigo policía me contó una historia que realmente me resistí a creer, pero no porque pusiera en duda su palabra sino porque quería negar una realidad cuyas consecuencias son repugnantes. Verán, este amigo estaba de patrulla por la noche en la zona del parque de Rosalía de Castro y vio a un grupo de chavales con sus consabidas bolsas con botellas, y no solo de refrescos precisamente. Los pararon y vieron que eran menores, así que les tomaron los datos y les requisaron las botellas de vodka, ron y whisky… pero no parecieron excesivamente afectados, lo que mosqueó un poco a los agentes, así que decidieron no perderles de vista durante un rato.

Uno de ellos sacó su carísimo teléfono móvil y tras una breve conversación se fueron a esperar a Los Tilos donde al poco tiempo apareció una furgoneta. Entraron en la parte trasera y salieron con una nueva carga de botellas. Evidentemente los policías dieron el alto al vehículo, y la sorpresa fue mayúscula. No era un traficante de alcohol ni un vendedor ilegal… eran los papás de uno de los chavales… ¿Cómo se han quedado? Supongo que de piedra, como yo.

La excusa ya la conocemos «prefiero darles yo las bebidas, que así sé lo que toman, a que las compren por ahí, que sabe dios lo que les venden». Tócate las narices. Prefiero cometer yo un delito dando alcohol a menores a intentar hacerles entender que no pueden tomarlo y que si lo hacen habrá consecuencias sobre su salud y su libertad. Tiremos la toalla como sociedad porque «los demás también les dejan».

Esta historia me viene a la memoria cada vez que leo noticias sobre botellones. Culpamos a la policía por no hacer su trabajo, a bares y a supermercados, a todos menos a los que tenemos que culpar: la culpa es nuestra, estamos fracasando como sociedad.

Se comete además una terrible injusticia: las administraciones tienen cerrados los pubs, que han tomado todas las medidas imaginables para garantizar nuestra seguridad, mientras consienten el botellón, que es ilegal pero con el que no se meten. ¿Motivaciones electorales? Vayan ustedes a saber, la política es muy fría en esos cálculos y cada voto cuenta.